Leche descremada retrasa progresión de la artrosis pero el queso la acelera

La artrosis, una enfermedad degenerativa de muy amplia expansión, suele provocar fuertes dolores en las rodillas y las caderas, principalmente entre las mujeres, algo que los especialistas vinculan con el embarazo y otra serie de fenómenos colindantes, a lo largo de la vida.

El Centro de Control y Prevención de Enfermedades, de Estados Unidos, señala que hay casi 27 millones de estadounidenses, mayores de 25 años, afectados por estas patologías.

La evidencia médica ha pautado que la obesidad, la práctica repetitiva de algunos deportes y las lesiones en la articulación constituyen factores de alto riesgo para la artrosis de rodilla, una de las más frecuentes.

La asociación difiere según el tipo de lácteos

“El consumo de lácteos juega un papel importante en la salud ósea, pero no tiene las mismas consecuencias”, afirma el doctor Bing Lu, del Hospital Briham de Boston, Massachussets, quien ha realizado el mayor compilado vinculante en la evolución de la afección.

Con un seguimiento de la progresión de artrosis de entre 12 a 48 meses, se variaron los consumos de productos lácteos, alternándolos e incluso eliminándolos, en un universo de 2.148 participantes con osteoartritis de rodilla.

“Los primeros resultados indican que las mujeres que beben leche con frecuencia pueden reducir la progresión de la artrosis”, aunque advierte que el producto debe ser desnatado o semidesnatado. En cuanto al yogur, no se notó que afectara el avance de la patología ni en hombres ni en mujeres. Los quesos no obstante parecen tener una tendencia negativa en general, en tanto los síntomas se aceleraron en relación directa con esa ingesta, sin tener en cuenta la clase de queso de que se tratara.