Salmones “teñidos” para gastronomía serían perjudiciales para la salud

El salmón salvaje obtiene el color rosa anaranjado de su carne debido a la alta dieta de krill que consume, un crustáceo cuyos carotenoides le dan el característico tono. Cuando el salmón es alimentado en factorías, con harinas de pescado su carne es gris y por eso no vende, con lo cual debió buscarse una forma de satisfacer a los clientes y a la industria.

Así el laboratorio Hoffman Roche, desarrolló una fórmula que bautizó “SalmoFan” y que permite llevar el color del animal, tanto a su habitual tono como a otras variedades sumamente audaces que los chefs analizan si serán del gusto general.

Para ello se emplea la Cantaxantina (C40H5202) o E-161, un caratenoide sintético,que funciona de modo similar a las pastillas para broncearse. El aditivo ha sido aprobado en países como Estados Unidos, pero no lo está en Australia ni en Nueva Zelanda.

Los problemas para la salud del aditivo coloreante

La Cantaxantina, está relacionada según últimos estudios con la formación de depósitos de color amarillo en la retina del ojo humano, que de mantenerse mucho tiempo, o de consumirse a ritmo sostenida pueden provocar retinopatías.

Los efectos han sido estudiados no obstante sobre quienes usan pastillas autobronceadoras y todavía no se conoce el efecto al consumir carne de peces adulterados en su coloración, ya que en éstos últimos el tenor es inferior en cantidad. Sin embargo desde la palestra científica se alerta que será necesario al menos advertir a los consumidores sobre que los salmones están “coloreados artificialmente” para que tomen las precauciones del caso.