Crudiveganismo

Del asado infaltable, al adiós a las carnes: las razones de un chef

El asado del fin de semana era un evento infaltable en mi familia, dónde se celebraba el simple hecho de estar juntos o cualquier fecha significativa, como ser un aniversario de cumpleaños o el final del año. También algunos fines de semana tocaba asistir a la casa de algún amigo dónde la carne a las brasas, el chorizo al pan o los tallarines con tuco eran las vedettes del mediodía y hacían el deleite de los comensales, acompañados siempre por las ya adoptadas socialemente gaseosas azucaradas.

El comer de esta forma era para mi algo natural, mis padres lo hacían, los padres de mis amigos lo hacían, mis amigos y por ende era lo único que había conocido y en verdad creía disfrutarlo.

Una vez conocí a una persona que no consumía carne ni gaseosas, y me reí de lo «rara» que era esa persona, y de lo poco que «disfrutaba la vida» perdiéndose de esos (para mi en ese momento) «manjares» de carne y bebidas azucaradas.

Un año después, pude comprender las razones que llevaron a esa persona a decidir cambiar su dieta. Razones que se fueron haciendo cada vez más claras a medida que iba descubriendo el velo que habían ido formado durante muchos años las costumbres y dogmas adoptados a través de mi entorno familiar y social. Y vale la pena aclarar, que algo que sea aceptado socialmente no significa que sea correcto. Hace años se aceptaba que la Tierra era plana y que era el centro del universo y se asesinaba a quien dijera lo contrario; o se aceptaba como algo normal la esclavitud.

Como decía Gandhi «incluso si eres minoría de uno sólo, la verdad sigue siendo la verdad».

Y hay algunas verdades que se han ido develando ante mis ojos, algunas de forma sencilla, leyendo informes científicos sobre nutrición, otras veces de una forma un tanto más angustiosa, como ser la enfermedad de un ser querido o algún video filmado de manera encubierta mostrando la verdad que se oculta detrás de intereses comerciales sin importar nuestra salud.

Algunos ejemplos: el caso de una persona muy querida a la que le diagnosticaron diabetes Tipo 2 a sus 40 años, o las constantes arterias tapadas de mi abuelo o el cáncer de un gran amigo, todas cosas prevenibles si alguien les hubiera dado la información correcta, y no la que nos dan todos los días, empapada de intereses subrepticios.

Al aprender sobre nutrición y al conocer la realidad que existe detrás de la producción de comida, que indigna a cualquiera que comience a conocerla, fue que decidí dejar de comer carne.

En cuanto a estudios científicos sobre nutrición, encontramos cada día más vinculando el consumo de carne con el cáncer, la diabetes, enfermedad cardíaca, problemas respiratorios y colon irritable por nombrar solamente algunos. Este mismo año el World Cancer Research Fund publicó en el mes de julio los resultados de una investigación que conmocionó al mundo por su tajante conclusión: «Las carnes procesadas son demasiado peligrosas para el consumo humano. Los consumidores deben dejar de comprar y comer todos los productos cárnicos procesados por el resto de sus vidas» . El estudio mencionaba al nitrito de sodio, sustancia altamente cancerígena, que es empleada por las industrias cárnicas para mantener artificialmente el color de la carne. Esto se vería más agravado aún por la adición de glutamato monosódico, otra sustancia cancerígena.

Sumado a esto que la cocción transforma la estructura química de la carne, volviendo tóxicas a las grasas y a las proteínas inutilizables, aumentando los radicales libres en nuestra sangre. Adicionemos también la carga de hormonas, antibióticos, microorganismos de la putrefacción, ácido úrico, pesticidas, transgénicos y aditivos para retrasar la putrefacción, y tenemos una receta ideal para enfermarnos.

Además de estudios científicos existe para mi el componente ético en cuanto al asesinato de animales para el consumo humano. Sabiendo que no es necesario para nosotros el tener que asesinar a nadie para poder vivir, no he encontrado razones para hacerlo, ni para que exista una industria que lo haga por nosotros.

Podemos vivir más saludables, contaminando menos el planeta (la cría de animales para consumo es una de las industrias más sucias), y compartiendo nuestros suelos y mares con otros seres maravillosos a quienes quien sabe, hasta podemos hacerlos nuestros amigos… en mi caso tuve varios seres que me acompañaron en mi vida, 2 gatos, un perro, un lobo marino, quien sabe mañana.. una vaca, es simplemente empezar a sentir amor por y admiración por la vida. Conocido es el caso del actor George Clooney (vegetariano) que adoptó como mascota a un cerdo para que vieran que a quienes algunos deciden matar otros deciden amarlos. Por si no lo sabías un cerdo tiene más inteligencia que un niño de 3 años y que muchos perros.

El informarme sobre estas cuestiones me hizo ver el mundo desde otra óptica, ya no veo a los animales como un bien, como algo descartable, ahora decidí verlos con amor, como seres que comparten este planeta con nosotros, pero que también es de ellos, y debemos respetarlos, respetar sus espacios y sus vidas, que son tan milagrosas com las nuestras.

Es simplemente una opción entre amor o desprecio.

Asi que por amor a mi mismo, por mi salud física y por querer tener la conciencia tranquila de no saberme responsable del sufrimiento de otro ser en este planeta, es que soy vegetariano.

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje