Ministro de la Corte Electoral propone la votación electrónica

La propuesta impulsada por el representante colorado en la Corte Electoral permitiría eliminar el uso de papel para la votación y agilizaría el recuento de voluntades, al tiempo que terminaría con las anulaciones de voto porque el sistema no admitiría el doble sufragio. El ministro considera que su proyecto «elimina la posibilidad de fraude» y entiende que en el futuro se podría votar por Internet, lo que implicaría la mitad de costos para el Estado.

Martínez Zimarioff califica su idea como «e-voto» y reconoce que para ponerla en práctica debería cambiarse la legislación vigente. Para poner en práctica la «democracia electrónica» debería contarse con «máquinas de votación con teclado o pantallas sensibles al tacto. Se trata, en definitiva, de una computadora diseñada para votar». La propuesta incluye un resumen de las medidas de seguridad que deberían adoptarse para que el voto no sea adulterado y señala que el sistema informático sólo funcionaría «el día de la elección en el horario preestablecido», en un sistema similar al que se ha utilizado en Brasil y Venezuela. Según Martínez Zimarioff, «es imposible asociar el voto con el votante» o «adulterar el sistema» y el conteo sería automático.

Voto por Internet

La posibilidad de emitir el sufragio por Internet ocupa un capítulo particular en la propuesta, que señala el caso de la votación en Arizona (EEUU) hace dos años, lo que incrementó la cantidad de votantes.

Sin embargo, Martínez Zimarioff encuentra que en Uruguay «no hay acuerdo político para reformar el sistema de votación».

La consulta de LA REPUBLICA a representantes de los diversos partidos políticos confirma la presunción del ministro. El senador socialista José Korzeniak, por ejemplo, estaría dispuesto a acompañar un cambio tecnológico en el sistema electoral «si se aseguran todas las garantías». Sin embargo, indica que el sistema electoral uruguayo actual «tiene una tradición de limpieza en el conteo del voto manual, que ofrece enormes garantías. Si ese conteo se enturbia por cambiar el sistema, yo voy a estar en contra».

La nacionalista Beatriz Argimón, por su parte, entiende que «todo lo que apunte a optimizar el sistema y abaratarlo está bien». Sin embargo, advierte que «este no es momento para plantear una inversión de esas características». Además agrega que los uruguayos «estamos muy arraigados al sistema actual y tendríamos que considerar si eso no tiene que primar. Yo creo que en estos momentos este no es un cambio al que apostaríamos los uruguayos».

El peso de lo tradicional

El diputado Felipe Michelini está de acuerdo con estudiar la informatización del proceso electoral «en el marco de una reforma más amplia, donde deberíamos pensar en otros aspectos más allá de la parte técnica, como el voto de los uruguayos en el exterior».

Para el legislador nuevoespacista, el paso previo a una apuesta tecnológica a nivel electoral es «contar con una Corte que no tenga cuestionamientos y refleje la realidad electoral de nuestro país».

Pablo Mieres, del Nuevo Espacio Independiente, reconoce que «la tendencia mundial es avanzar para asegurar la expresión electoral de la mayor cantidad de gente, utilizando para eso los avances tecnológicos». Sin embargo indicó a LA REPUBLICA que el voto por Internet «tiene problemas de garantías porque es a distancia. Es distinto el procedimiento de cómputo electrónico del voto, que resulta interesante aunque hay que asegurarse que tenga garantías».

Al igual que los representantes de los demás sectores políticos, Mieres enfatizó que Uruguay «es muy tradicional en estas cosas. Está apegado a las formas más clásicas porque construyó un sistema electoral muy confiable y tiende a no querer los cambios pero hay que apostar al futuro».

Esta «apuesta al futuro» es compartida por la diputada quincista Glenda Rondán, quien señaló que «siempre es bueno lo que sea para mejorar, dinamizar e instalar tecnología de punta».

Aunque admite que el sistema uruguayo «es muy efectivo», considera que «hay que dar la bienvenida a un sistema nuevo que modifique y democratice aun más.

Hay que tomar los cambios para mejorar pero no sé si habría voluntad política para impulsarlos porque nunca hablamos de este tema». *