El poderoso portaviones de EEUU activó su sistema de seguridad ante la proximidad de una aeronave uruguaya

"Nimitz" envió dos cazas F-14 a interceptar un avión de la Armada

El avión de la Armada uruguaya –el 220 Beech Craft, matrícula 871–, un bimotor, partió el martes 9 de octubre en horas del mediodía de la base Capitán Curbelo, en el aeropuerto de Laguna del Sauce con un plan de vuelo rutinario.

La carta aeronáutica fue recepcionada además, como ocurre habitualmente, por el Centro de Control de Tránsito Aéreo del Aeropuerto de Carrasco.

Ese día, parte de la flota uruguaya se encontraba operando no muy lejos de la costa de Punta del Este.

Paralelamente, el portaviones Nimitz aguardaba fondeado –a unas 80 millas de la costa– a una delegación de visitantes uruguayos, encabezada por el viceministro de Defensa Roberto Yavarone.

El Nimitz es uno de los emblemas de la marina de guerra estadounidense. Estuvo dos días en aguas territoriales del Uruguay en tránsito desde el astillero Norfolk, en la costa este de los Estados Unidos, hacia San Diego, California, en la costa oeste de ese país. Sus dimensiones mastodónticas le impidieron zurcar el Canal de Panamá y acortar el viaje.

Poco antes del accidentado aterrizaje de la aeronave estadounidense, el Comandante del portaviones, fue informado acerca de la presencia de un avión en la zona dirigiéndose hacia el Nimitz.

El objetivo no identificado captado por los poderosos radares activó de inmediato el sistema de defensa del buque.

Por indicación del Comandante, se estableció una comunicación radial con la embajada de los Estados Unidos en nuestro país, único enlace de la embarcación en tierra.

La legación diplomática se comunicó a su vez con la Fuerza Aérea Uruguaya para establecer la procedencia de ésta con el Centro de Control de Tránsito Aéreo del Aeropuerto de Carrasco.

Mientras se producían los contactos –las fuentes no especificaron cuántos minutos transcurrieron– el portaviones dispuso la salida de dos cazas artillados F-14 para «interceptar» a la aeronave.

La Fuerza Aérea Uruguaya, comunicó a la embajada que, efectivamente, el avión pertenecía a la Armada Nacional de nuestro país y que ésta había registrado antes de partir un plan de vuelo en el aeropuerto de Laguna del Sauce, el cual fue recibido luego en el Aeropuerto de Carrasco.

Los cazas estadounidenses, efectivamente despegaron del buque, y al parecer, estando ya sobre el blanco, recibieron la comunicación desde tierra de que no implicaba peligro alguno.

Poco después, los aviones regresaron a su base. El episodio fue descrito por fuentes militares como una «muestra de la psicosis» que rodea a los estadounidenses en estos días, a partir de los atentados del 11 de setiembre. No obstante, indicaron que el alistamiento de los cazas forma parte del sistema de alerta de una embarcación como el Nimitz.

Un F-18 en Laguna del Sauce

Con pocas horas de diferencia, ese día, el Nimitz fue protagonista de otro incidente ya ampliamente difundido. Un C-2, avión de transporte de la marina estadounidense, parte de la dotación del Nimitz, se accidentó al aterrizar sobre la cubierta del portaviones. Trasladaba a una delegación integrada por personalidades políticas y militares uruguayas, así como la encargada de negocios de la embajada de EEUU, Marianne Myles. La aeronave casi cae al mar, al fallar el sistema de contención. La pista quedó inutilizada varias horas, lo que impidió el regreso a un F-18 que en ese momento realizaba un vuelo de rutina. La aeronave agotó prácticamente su combustible y debió aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Laguna del Sauce. Un día después, tras ser solucionado el inconveniente a bordo del Nimitz, y con autorización de la Fuerza Aérea, el avión partió hacia el portaviones. *

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