10º Congreso. Los trabajadores sostienen que la central "no debe ser indiferente al proceso electoral y sus resultados"

PIT-CNT reivindica independencia de clase y apoyo al proyecto del FA

El próximo 29 y 30 de noviembre, en el Platense Patín Club, se llevará a cabo el 10º Congreso del PIT-CNT, que llevará el nombre de José «Pepe» D’Elía y Hugo Cores. Para la oportunidad, en la última Mesa Representativa de la central sindical se aprobó un documento con las «bases para la discusión del 10º Congreso del PIT-CNT», que fue redactado por los dirigentes Pedro Balbi (PCU) y Milton Castellano (Articulación).

El documento, que seguramente será refrendado al finalizar el congreso, dado que sólo es rechazado por los sindicatos que integran el denominado polo «ultra» del sindicalismo (Adeom, Sindicato del INAU, Sindicato del Taxi, Cooperativas de Consumo y Sindicato Postal), prevé entre otras cosas marcar la posición de la central obrera para las próximas elecciones nacionales.

En tal sentido, el documento de «balances y perspectivas» al que tuvo acceso LA REPUBLICA señala que más allá de que el PIT-CNT reivindique su independencia de clase, es necesario consignar que el proyecto político del Frente Amplio es el que mejor contempla las aspiraciones de los trabajadores.

«El movimiento sindical no debe ser indiferente en esta coyuntura al proceso electoral y sus resultados. La independencia de clase obliga a asumir con claridad qué alternativas electorales son más favorables al avance del pueblo en función de sus intereses. No se trata solo de promover compromisos con la perspectiva del 2010 sino de lograr que se concreten o profundicen avances sustantivos en las condiciones de vida del pueblo».

En este contexto, el documento del PIT-CNT señala que «tras 174 años de gobierno de representantes de los sectores dominantes en el país, cada vez más estrechamente ligados al imperialismo, accedió al gobierno una fuerza política cuyo programa es cualitativamente diferente. El FA es una fuerza política con integración plural, pero que desde su fundación e historia se ha vinculado con las luchas y reivindicaciones de los trabajadores y el pueblo. Una fuerza vinculada a la lucha por los derechos humanos, individuales y colectivos, por la democracia y contra el fascismo y su programa refleja, en numerosos aspectos, la elaboración y reivindicación del movimiento popular», dice el documento del PIT-CNT.

Agrega que «en un proceso de cambios por el que optó la mayoría de los ciudadanos del país ­en la medida que el gobierno electo intente desarrollarlo­ los trabajadores organizados tenemos la posibilidad de ser parte del mismo. Parte del proceso de transformaciones, que no es decir del gobierno, pero sí de la construcción colectiva del Uruguay al que los trabajadores aspiramos, y de su concreción». En este contexto concluye que «la independencia de clase frente a cualquier tipo de organización patronal, política, religiosa, no significa prescindencia o indiferencia a la hora de aportar a las transformaciones, ni implica renuncia a las reivindicaciones del movimiento».

Asimismo, a pesar de que el PIT-CNT entiende que la política implementada por la administración de Tabaré Vázquez mejoró la calidad de vida de los uruguayos, destaca que «el país productivo quedó más en el enunciado que en los hechos, faltaron políticas selectivas por cadenas productivas con calidad en el empleo y, entre otras cosas, el ejemplo de ALUR no se repitió».

Otra de las «sombras» que la central sindical destaca de la actual administración del Frente Amplio es que «la reforma del Estado, un tema vital para la profundización de los cambios, sigue en carpeta y los pasos producidos han sido con la ausencia de los trabajadores, actor fundamental para cualquier reforma».

En materia de inserción internacional, el documento que se analizará en el 10º Congreso del PIT-CNT observa que la misma «ha tenido enormes contradicciones» dado que «se trató de imponer un modelo de relacionamiento con formato TLC, con el aplauso de los partidos tradicionales, de privilegio con los EEUU y de espalda al Mercosur».

Sin embargo, subraya que «ese proyecto fracasó entre otras cosas por la enorme resistencia que generó y las movilizaciones de nuestro PIT-CNT», puesto que «si se hubiera impuesto el TLC con EEUU el arrastre de nuestra economía por la crisis internacional tendría a la fecha graves consecuencias en la vida del pueblo uruguayo», concluye el informe.

En otro orden, la central sindical sostiene que a pesar de la llegada del Frente Amplio al gobierno «hay aspectos sustanciales que no han cambiado, y es la permanencia y enquistamiento del bloque de poder dominante que se encuentra en los ámbitos de las altas finanzas, el sector importador-exportador, las cámaras empresariales, la alta burocracia del Estado, los mandos de las FFAA; y los medios de comunicación», sostiene el documento de balance y perspectivas de la central sindical.

Para contrarrestar la influencia que pueda ejercer este «bloque de poder dominante», el PIT-CNT entiende que los trabajadores deben aportar insumos para seguir «profundizando los cambios ya iniciados». Es por tal motivo que, entre otras cosas, desde este sector se promoverá la instrumentación de un Plan Agrario Nacional.

«Reivindicar la tierra como propiedad social, explorando todas las acciones para enfrentar, contener y revertir la extranjerización, recuperar la soberanía sobre el territorio nacional sin excluir en principio ningún mecanismo y poner freno a la expansión sojera, forestal, al monocultivo y al latifundio en general en aras de velar por la sustentabilidad ambiental y alimentaria así como propendiendo a la redistribución de la riqueza», son algunas de las cosas que se impulsarán después de concluido el 10º Congreso del PIT-CNT.

Asimismo se planteará que «todas las tierras productivas del territorio nacional deberán estar en manos de ciudadanos uruguayos» y deberán ser incluidas al Plan Agrario Nacional, «elaborado por el MGAP, la UdelaR, las gremiales de los sectores agropecuarios, las pequeñas y medianas empresas agropecuarias, las cooperativas agrarias, el Instituto de Colonización y los gremiales de los trabajadores rurales», dice el documento. También «se alentará el repoblamiento de la campaña a través del Instituto de Colonización, las cooperativas productivas agrarias y otras formas de organización de los trabajadores de la tierra, a quienes se facilitarán tierras, créditos, herramientas, asesoría técnica, animales, semillas e insumos».

Por último, concluye que «el PAN incorporará a los mercados agrícolas, los feriantes, los transportistas y todo aquel sector directa o indirectamente relacionado con los productos de la tierra, así como la presencia permanente de los consumidores organizados».

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