"Nunca se aplicó en el mundo"

En una sesión de la Comisión de Presupuesto del Senado, el secretario de la Cámara alta, Hugo Rodríguez Filippini, recordó que el proyecto con la Unión Europea no incluía inicialmente el voto electrónico. «La UE entiende que ese agregado no debió hacerse y saca como conclusión lo inconveniente que es el hecho de que cuando hay un proyecto definido, se incorporen cosas sobre la marcha».

Rodríguez Filippini dijo acerca del voto electrónico que «todos saben que hubo problemas de índole técnico» y que el hecho de haber elegido un sistema que funciona basado en la huella digital de cada legislador, si bien era un sistema sumamente avanzado «también es cierto que nunca se había aplicado en el mundo, lo que en definitiva provocó las dificultades conocidas y un alto en el proceso».

El proyecto terminó en la nada y se resolvió dejarlo morir.

A esto se deben sumar las críticas de algunos legisladores contrarios a que una computadora los estuviera controlando si estaban o no en sala al momento de sesionar las cámaras, entendiendo además que en el Poder Legislativo nunca hubo problemas referidos al conteo de votos o en el quórum de cada rama parlamentaria (ver nota aparte)

 

Episodio pintoresco

Sobre esto último, el senador Víctor Vaillant recordó el día en que se atrasó el reloj del Senado. «Recuerdo aquel episodio pintoresco cuando el entonces presidente de la Asamblea General Enrique Tarigo atrasó el reloj del Senado para que un proyecto pudiera ser votado dentro del plazo constitucional requerido»