Carta del periodista Guillermo Waksman en respuesta al senador del MPP

La propiedad de Brecha y otros desvaríos de Fernández Huidobro

En una entrevista publicada por LA REPUBLICA el domingo 14, el senador Eleuterio Fernández Huidobro dice, en dos oportunidades, que Brecha es el semanario del primo de Zabalza, refiriéndose -como lo aclara el periodista- al suscrito.

Brecha es «mi» semanario en el sentido de que trabajo allí desde su fundación. Es «mi» semanario del mismo modo que es el semanario de todos sus periodistas. Pero no es el semanario de mi propiedad, que es el sentido que insinúa Fernández Huidobro para explicar la publicación de la nota que tanto le molestó. Con Fernández Huidobro nos conocemos desde hace 35 años y él sabe muy bien que no soy el dueño de Brecha y que, en definitiva, Brecha es «mi» semanario en el mismo sentido y con el mismo orgullo que Fernández Huidobro puede decir que Peñarol es «su» cuadro.

Jorge Zabalza es, sí, primo hermano mío y tengo por él el mayor de los afectos. Muchas veces he compartido sus posiciones y actitudes políticas y muchas otras he discrepado con ellas. Ni los acuerdos, ni las discrepancias, ni el afecto ni la relación familiar incidieron, mientras fui director de Brecha ni mientras fui jefe de la sección política, para publicar o dejar de publicar una nota sobre él. Hace siete años que dejé de ser director de Brecha y más de tres que renuncié a la jefatura de su sección política. Nada tuve que ver con la decisión de publicar, en la última edición de Brecha, el artículo sobre la biografía de Zabalza, ni con su elaboración.

Tampoco es cierto que Federico Leicht, autor del libro en cuestión, trabaje actualmente en Brecha (sí lo hizo entre los años 2000 y 2003) ni que sea «un policía en actividad», otros dos inventos de Fernández Huidobro.

El senador Fernández Huidobro no quiere hablar del libro sobre Zabalza ni quiso responder a Brecha cuando fue consultado al respecto, como se señaló en el propio artículo. Allá él. Sus razones tendrá. Pero no tiene derecho a ensuciar la cancha con insinuaciones y desvaríos persecutorios sobre los motivos -a su juicio espurios- que habrían llevado a Brecha a publicar la nota en cuestión.

Llama la atención, además, que ante afirmaciones tan sorprendentes y graves del entrevistado, todas ellas infundadas -cuando no notoriamente inexactas-, el periodista no haya formulado las correspondientes y elementales repreguntas. *

GUILLERMO WAKSMAN

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