Hugo, pasión y razón del socialismo libertario

Sobre la medianoche, cuando dábamos los últimos toques a esta edición de LA REPUBLICA, nos llegó la noticia del fallecimiento de Hugo Cores. Con el corazón encogido y sin saber muy bien cómo iniciar esta líneas, tratamos de recordar al amigo, al militante, al luchador de todas y cada una de las horas, al colaborador permanente de esta casa que siempre, con su pluma inteligente, culta y principista, supo trasmitir sus posiciones a favor de los humildes, habiéndose embarcado en las últimas semanas en una campaña a favor de la anulación de la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado.

Es que Cores siempre quiso que la verdad y la justicia fueran el basamento imprescindible para el funcionamiento de gobierno progresista, y reclamaba que se hiciera justicia, no solo para sus compañeros del Partido por la Victoria del Pueblo, masacrados por las fuerzas de la represión, víctimas centrales en Automotores Orletti, y pasajeros en los vuelos de la muerte que siempre culminaron con la desaparición de quienes eran trasladados desde la Argentina, sino para los miles de uruguayos que pasaron por los centros de tormento de la dictadura.

El tenía una visión globalizadora del tema y reclamaba que esa justicia fuera ­lo repetimos ­ el basamento imprescindible para el desarrollo armónico del país en esta etapa encabezada por el gobierno progresista.

Fue dirigente estudiantil e integrante de la FEUU en los años 50, sindicalista y vicepresidente de la CNT en el período 1969-1971, profesor de Historia, egresado del IPA, ocupó una banca por el Frente Amplio, al ser elegido en 1989

Fundó el Partido por la Victoria del Pueblo, durante la dictadura, en el año 1975, e ingresó al Frente Amplio en 1984. Por supuesto que ocupó todos los lugares de lucha que se le asignaron. Estuvo preso en el penal de Sierra Chica, provincia de Buenos Aires y luego se exilió en la ciudad de París.

En 1977, fue redactor y cofirmante, junto a Enrique Erro, José Díaz y Enrique Rodríguez, de la convocatoria de un Frente Antidictatorial, que centró su lucha en unir las fuerzas en la diáspora uruguaya para lograr presionar, de todas maneras, a favor de la salida democrática.

Recuperada la democracia, Hugo Cores fue designado por el flamante presidente del Frente Amplio, Dr. Tabaré Vázquez, para ejercer su secretaría política.

Cores fue un intelectual inclaudicable en su lucha ética y un polemista de fuste. Sus contratapas, que todos los lunes publicaba en LA REPUBLICA, eran seguidas atentamente por muchos que entendían que allí siempre había una visión inteligente, basada en un razonamiento experiente que no transigía, de manera alguna, con quienes buscaban salidas a medias en el tema de los derechos humanos.

Hugo se nos fue. Queremos compartir con sus familiares, amigos y compañeros, el dolor.

Ayer a las 23.15 su corazón falló de improviso.

El se fue, el dolor de su pérdida nos queda, pero también el recuerdo de este gran hombre y de su obra magnífica.

Sus restos serán velados a partir de las 11.00 horas de hoy en la sede del Frente Amplio de Colonia y Ejido. *

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