Si Mujica o Astori dejan el gabinete, el poder se trasladará al Parlamento

En la introducción de la nota resumimos el amplio menú de contradicciones: «Reforma tributaria, aumento a las jubilaciones, endeudamiento de pequeños y medianos productores y Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, son zonas de tensión en el gobierno, que se expresaron con nitidez en la última semana. El ministro Danilo Astori se apresta a convencer a los integrantes del gabinete de que se va por buen camino, aunque aceptaría ajustes que no atenten contra la sustancia de su política económica». Siete días después se podría volver a publicar la misma nota, pero con un sobreimpreso: «Agravado».

Por su parte la oposición mueve con cuidado las piezas porque «está curada de espanto», debido a que el gobierno ha sabido salir de situaciones muy críticas, como ocurrió cuando el ministro de Economía Danilo Astori amenazó con renunciar en medio del debate sobre el porcentaje del Presupuesto que se iba a destinar a la enseñanza. En aquellas horas críticas el que actuó de bombero fue el ministro José Mujica, quien en este momento está enfrentado a Astori y al presidente del BROU, Fernando Calloia, por el tema del endeudamiento de los productores. Dijo que está dispuesto a discutir su iniciativa de dos tercios de la deuda de los productores «con Dios (léase Tabaré Vázquez), y si me tengo que ir del gobierno me voy, pero no me callo».

Pero ese cuidado que está mostrando la oposición, no la ha colocado en una actitud pasiva. Tanto el Partido Nacional como el Partido Colorado coincidieron en esta semana en exigir la renuncia del canciller Reinaldo Gargano, el más fiel opositor al TLC con Estados Unidos.

A la vez los blancos buscan reconstruir sus relaciones con los productores agrarios, levantando otra vez la idea de que hay que legislar para atender el endeudamiento, mientras que los colorados reclaman que el gobierno se defina si va a anular o no la Ley de Caducidad.

En las organizaciones sociales no hay tranquilidad, pero tampoco ha primado una actitud de radicalización contra el gobierno, a pesar de que la enseñanza comienza a movilizarse, y los jubilados y pensionistas reclaman un pedazo más de pan. El PIT-CNT se perfila, a la vez, como centro de nucleamiento de la protestas aún light, pero asume como propia la campaña para anular la Ley de Caducidad, además del reclamo de una ley a favor del aborto, tema que molesta al Presidente de la República, más cuando ve que son las legisladoras del FA las que hacen punta con la iniciativa.

Este cuadro político se agravó en las últimas horas por la pulseada que se desató entre Mujica (MPP) y Astori (AU), por el endeudamiento de los productores. El líder emepepista propuso al Presidente una quita de dos tercios para los deudores y que el estudio «caso por caso» de los productores pasara a su cartera, porque en el estudio debe primar lo productivo por encima de lo financiero, dijo.

Astori le respondió que no le hace bien al país hablar de una refinanciación del endeudamiento interno. «La gente que cumple con esfuerzo, al ver que se anuncian mejores soluciones dejan de pagar. Se arruina el esfuerzo del acreedor y del deudor», recordó. A la vez descartó la posibilidad de que sea el Ministerio de Ganadería el que analice «caso a caso» la situación de los deudores del agro.

Mujica, que el jueves llegó de un viaje a Brasil donde participó de una reunión académica, explotó de bronca y anunció su renuncia al Ministerio de Ganadería si no prospera su propuesta para resolver el endeudamiento.*

 

Un modelo de gobierno

Lo que pueda pasar con el tema del endeudamiento es un dato trascendente, porque está en juego la presencia de Mujica y de Astori en el Consejo de Ministros, dos dirigentes políticos que fueron artífices del triunfo electoral de la izquierda. El hoy ministro de Economía dando tranquilidad a los mercados y el actual ministro de Ganadería arrimando votos del interior del país.

Se está, a la vez, ante la crisis de un modelo de gobierno que apostó a colocar a los líderes sectoriales del FA en los ministerios, para que fuera ese el ámbito casi exclusivo de resolución de la política gubernamental. Pero si Mujica o Astori dejan el gabinete, el poder se trasladará al Parlamento, donde la oposición puede meter la cola en la zona de las diferencias de la fuerza política. Ahora la pelota está en la cancha de Tabaré Vázquez, un hombre que sabe de tormentas. *

 

*Ver en esta edición palabras de José Mujica en el Congreso de la Federación Rural.