El ex detenido desaparecido fue hallado en el Batallón 13 el viernes 2 de diciembre de 2005

Confirmaron ayer en "un 99,96%" la identidad de Fernando Miranda

Es el primer ex detenido desaparecido ubicado en una unidad militar cuya identidad pudo ser confirmada. Un primer estudio comparativo del ADN del cuerpo dio resultado negativo en diciembre.

En dicha oportunidad, se comparó con un universo de muestras de familiares de ex detenidos, según los informes del Ejército y la Comisión para la Paz, que no incluía a familiares de Miranda. En febrero se comparó con éxito el ADN de familias de los reclusos del batallón, de acuerdo con información aportada por Familiares, que sí incluía los casos de presos políticos que estuvieron detenidos en la unidad (ver nota aparte).

De acuerdo con los informes militares aportados a la Comisión para la Paz y los informes de las Fuerzas Armadas, entregados al actual gobierno, Miranda habría sido enterrado en el Batallón de Infantería Mecanizado Nº 14, antes de ser inhumado, sus restos cremados y sus cenizas arrojadas al Río de la Plata.

El abogado Javier Miranda, un hijo del asesinado escribano Fernando Miranda y uno de los referentes del grupo de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, remarcó ayer en conferencia de prensa que el hallazgo hubiera sido imposible sin una labor colectiva.

El secretario de la Presidencia, doctor Gonzalo Fernández, indicó que los estudios genéticos fueron hechos en el laboratorio de la Dirección Nacional de Policía Técnica, y subrayó que una «muestra testigo» fue analizada por el laboratorio cordobés que utiliza el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Los resultados se conocieron ayer.

El escribano Miranda, profesor titular de Derecho Civil de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República, fue secuestrado el 30 de noviembre de 1975. Casado, de 56 años y con dos hijos, falleció de un golpe entre el 1 y el 2 de diciembre en el centro clandestino de detención «300 Carlos», durante un feroz interrogatorio bajo torturas.

 

Javier Miranda: «A mi padre lo encontramos con ‘las viejas'»

Tras una breve exposición sumaria de la situación a cargo del doctor Fernández, el activista humanitario Javier Miranda agradeció, tanto a la Secretaría de la Presidencia de la República y a los antropólogos que realizaron las excavaciones, pero tuvo especiales palabras para las veteranas buscadoras de desaparecidos que él llama «mis viejas».

«Obviamente», destacó Javier Miranda, «mis primeras palabras son para ‘mis viejas’, que sólo con ellas es posible lograr estos avances sustanciales. A mi viejo lo encontramos con ‘las viejas’. Y también con Sabina, mi compañera, con quien siempre buscamos juntos», comentó.

«Sabrán ustedes disculparme los periodistas, con quienes tenemos ya una larga trayectoria de relacionamiento, pero comprenderán que el estado de ánimo no es el óptimo para hacer declaraciones», se excusó.

Sin embargo, y con la voz notoriamente ahogada por la emoción y los ojos lacrimosos, el abogado Miranda expresó un cariñoso recuerdo de su madre y de su hermano, ambos fallecidos sin poder compartir la alegría de recuperar los restos del familiar que buscaron por 31 años.

«No puedo sino recordar brevemente a mi madre, a María Teresa, y a mi hermano Luis Fernando, que seguramente hubieran querido estar aquí, hubieran deseado ver este momento; con Marta, en todo caso, mi tía, y con su simiente que aquí queda, hoy recuperamos una larga búsqueda de la verdad.

En todo caso estoy convencido de que su semilla germinará», expresó circunspecto y calmo con voz muy entrecortada.

«Me siento en el deber, pero además quiero agradecer a algunas personas y organizaciones», agregó Javier Miranda, al referirse a la «Presidencia de la República y al secretario de la Presidencia de la República, el doctor Gonzalo Fernández, mi amigo y profesor Gonzalo Fernández, que han demostrado una vez más que la búsqueda de la verdad es posible, y sí da resultados positivos».

 

Consigna siempre vigente: «Verdad, justicia, memoria  y nunca más», dijo Miranda

«Con el abrazo fraterno», continuó en su breve alocución, «quiero agradecer al equipo técnico de la Universidad de la República, de mi Universidad, encabezado por el profesor López Mazz, por ´Pepino´; y por el grupo de muchachos técnicos que lo acompañan. Es el esfuerzo de ustedes el que nos devuelve no solo la identidad de mi padre, sino que alumbra otro futuro de más verdad. Y en ese sentido, mi aliento: ¡Vamos arriba, muchachos! ¡Vamos a adelante!», exclamó enseguida.

También agradeció al Equipo Argentino de Antropología Forense: «Mis hermanos argentinos de más de 20 años, con quienes venimos compartiendo desde entonces, desde Familiares, el trabajo de esclarecimiento de la verdad en ambas márgenes del Plata. Hoy más que nunca la reafirmación de esa hermandad de uruguayos con argentinos y con este equipo técnico».

A su vez expresó agradecimiento hacia «los miembros de la Comisión para la Paz y en ellos, por supuesto, mi recuerdo al entrañable «Perico», quienes a su turno también sembraron semillas para que este florecimiento de verdad fuera posible. En ellos, por supuesto, a Soledad Cibils, hoy secretaria de Seguimiento de la Comisión para la Paz, quien con su perfil bajo siempre nos ha acompañado, a mí personalmente y a cada uno de los familiares».

Para finalizar, Javier Miranda dirigió unas palabras «a todos los orientales que tantos años, de todos los sectores de la sociedad, nos han acompañado a los familiares en esta lucha por verdad, justicia, memoria y nunca más».

 

«Un gesto de alumbramiento para reforzar el compromiso»

No obstante, aclaró que la confirmación de la identidad del cuerpo de su padre no puede ser motivo para abandonar la búsqueda de los más de 210 uruguayos que fueron desaparecidos por la dictadura civil y militar que arrasó el Derecho entre junio de 1973 y marzo de 1985.

«Estoy convencido de que este es un paso más, para mí uno fundamental ustedes lo comprenderán, pero es un paso más en la búsqueda de esos cuatro elementos que nosotras «las viejas» consideramos clave. Hay que seguir buscando, y no solo restos; hay que seguir buscando qué pasó con el «Chiqui», qué pasó con Nevio; qué pasó con Juan Pablo; qué pasó con León; qué pasó con Mary; hay que seguir buscando», reclamó al mencionar compatriotas aún desaparecidos.

«Y en todo caso», dijo, «que este gesto de alumbramiento sirva para reforzar nuestro compromiso, el personal, pero también el de ´las viejas´, de los familiares que vamos a seguir batallando», aseguró. *

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