Acogió a decenas de uruguayos perseguidos por la dictadura que luego se exiliaron en México

Homenaje al ex embajador Vicente Muñiz por su "defensa del derecho de asilo y democracia"

«Don Vicente Muñiz Arroyo defendió la democracia y aplicó de manera irrestricta el derecho de asilo que garantizó la libertad y salvó vidas de perseguidos por la dictadura», reza la placa que fue inaugurada ayer por el intendente de Montevideo, Adolfo Pérez Piera, en la base rocosa de la Plaza de la Armada, ubicada en la Rambla República de México.

Al hacer uso de la palabra, el intendente de Montevideo, Adolfo Pérez Piera, sostuvo que «sin dudas la época que se inició el 27 de junio de 1973 fue de oscurantismo, represión y violencia, pero también lo fue de heroicas luchas, de los que tuvieron que exiliarse y de quienes resistieron desde acá, tratando de minar por todos los resquicios posibles la base de sustento de la dictadura», dijo Pérez Piera.

Acto seguido, el intendente de Montevideo remarcó que «la conducta de don Vicente Muñiz Arroyo fue un emblemático ejemplo», y se destacó entre los valientes gestos de solidaridad que se registraron en épocas de plomo.

Por tanto, Pérez Piera calificó como «un acto de justicia que Montevideo le rinda homenaje a Vicente Muñiz Arroyo y lo incorpore para siempre a la memoria colectiva de la ciudad» con la inauguración de la placa recordatoria.

Pérez Piera sostuvo que el ex embajador mexicano en nuestro país, no sólo ayudó a los cientos de uruguayos que debieron refugiarse en la embajada de ese país para luego huir del Uruguay, como consecuencia de las persecuciones políticas, sino que también «colaboró con los uruguayos que sufrieron el exilio interno, donde muchos trataron de abrir espacios para la resistencia y mantener en vigencia valores que eran conculcados», dijo.

Pérez Piera señaló que «el respaldo del embajador Muñiz Arroyo (a los perseguidos políticos) fue mucho más allá de lo que diplomáticamente le correspondía hacer, jugándose incluso hasta su propia suerte personal». Agregó que, en un futuro cercano, se designará, con su nombre, una calle de Montevideo.

Por su parte, el actor y director de teatro Ruben Yáñez, que fue uno de los tantos uruguayos que se exilió en México, señaló que el homenaje de ayer «colaborará con la edificación de una real conciencia moral» en torno a los hechos que ocurrieron durante la última dictadura militar.

«Don Vicente fue un paradigma de conducta. Un hombre que actuaba en cada caso por la situación personal de cada uno (de los perseguidos políticos). Incluso unió familias, porque averiguaba dónde estaban los hijos de los refugiados, los iba a buscar y se las ingeniaba para traerlos a la embajada con sus padres», dijo Yáñez.

«Un día habrá que hacer lo que yo llamaría el inventario de todo lo que salvó este hombre», sentenció Yáñez.

«México no fue un país cualquiera, fue una patria. Ese país no nos dio riqueza, nos dio trabajo y eso fue increíble», remarcó Yáñez.

Otro de los oradores que vivió su exilió en México fue el periodista Sergio Márquez, y al hacer uso de la palabra dijo que el homenaje al embajador Muñiz Arroyo «sirve para combatir la desmemoria» de todo lo ocurrido en aquella época.

Por su parte, el encargado de negocios de México en nuestro país hizo hincapié en la actitud que su país siempre tuvo para con los refugiados políticos.

En aquella época «hubo más de 4.000 asilados en la Embajada de México en Buenos Aires y hubo entre 150 y 200 personas que vivieron bajo el mismo techo de la Embajada de México en Montevideo», recordó el encargado de negocios del gobierno mexicano.

El presidente de la comisión de Nomenclatura de la Junta Departamental de Montevideo, edil Gabriel Weiss, la ex colaboradora de Muñiz Arroyo, Dora Rodríguez, y el capitán Ariel Pérez, de la Fuerza Aérea, también hicieron uso de la palabra para homenajear la memoria del ex embajador mexicano en Uruguay.

En el acto también estuvieron presentes el designado embajador uruguayo en México, doctor José Ignacio Korzeniak; el embajador uruguayo en Venezuela, capitán aviador Gerónimo Cardozo; el senador Alberto Couriel; la diputada Lilián Kechichián; el rector de la Universidad de la República, Rafael Guarga, y el presidente de la Junta Departamental de Montevideo, Mario Cayota, entre otros.

También estuvo presente «Doña Teresa», quien fuera el ama de llave de la sede diplomática en la Embajada de México durante esos años duros. Su presencia recogió la ovación de los participantes. Entre los presentes estuvo el ex secretario de la FEUU, Jorge Landinelli, el concertista Moisés Lasca. También fue saludada Martha Fábregas, esposa de Luis Echave, quien fuera el líder de los uruguayos asilados en México.

También hubo un homenaje al doctor Ramiro Failache, quien por razones de salud no estuvo presente. Tampoco faltó la emoción por la presencia de Vicente Lamónaca, el primer niño que naciera en México y que llevara el nombre del embajador Muñiz Arroyo.

El diputado José Luis Blasina, uno de los tantos asilados en el país azteca, tampoco pudo concurrir por razones de fuerza mayor. *

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