Señalan a la Dinara como responsable

Pescadores denuncian irregularidades con la flota china en el puerto de La Paloma

Un grupo de vecinos y pescadores de la costa de Rocha formularon una denuncia relacionada con la pesca ilegal en momentos en que a nivel nacional se está registrando la conocida situación del pesquero «Maya V» detenido en Australia.

«También en Rocha se utiliza la bandera uruguaya y los permisos de pesca otorgados por Dinara para actividades de pesca ilegal», señala el título de una nota firmada por varias personas que llegó en las últimas horas a nuestra redacción.

En esta denuncia señalan que en efecto, los barcos «Isabel», «Inés», «Mercedes» y «Toti», «ex chinos», agregan, «pescan en aguas prohibidas utilizando redes y equipos prohibidos, comercializando especies prohibidas».

«En total son ocho los barcos con permiso otorgado, junto a éstos se suman ‘Tacuabé’, ‘Zapicán’, ‘Tabaré’ y ‘Vaimaca'», afirman en la nota que hicieron llegar a este corresponsal.

Los permisos otorgados, para arrastre de fondo «pretenden establecer autorización para solamente algunas especies, colocando en vigencia una exclusiva innovación tecnológica en la pesca de arrastre: redes de fondo que permitan hacer pesca selectiva de especies», señalaron. «Sería fantástico, pero todos los que conocemos algo de pesca sabemos que es totalmente imposible».

«Es de suponer que la Dinara algo sabe de técnicas de pesca. Y si no que por lo menos la Dirección de la misma lea la Resolución Nº 7 de 1997, de la Comisión Mixta del Frente Marítimo (Uruguay-Argentina) que empieza diciendo: «Visto el carácter no selectivo de las artes de pesca de arrastre de fondo…», señalan.

En el párrafo siguiente, indican que en ocasión de la llegada de los primeros «barcos chinos» se transmitió esta misma preocupación a la Dinara sobre el otorgamiento de permiso de pesca, y «ésta informó que la decisión favorable al mismo le era impuesta por presión política al más alto nivel y que todo se justificaba pues los armadores chinos vincularían el otorgamiento de permisos a grandes contratos de compra de corvina congelada de la industria uruguaya, a la que mediante maniobra documental se le ‘extendería’ un origen chino a fin de evitar impuestos de importación en China», declaran.

Los denunciantes expresan que la empresa «Shangai Fisheries», propietaria original de los barcos en cuestión, desarrolló la misma operación en Argentina «dejando una deuda de varios miles de dólares a la Secretaría de Pesca por multa por pesca de especies prohibidas», indican.

«Hasta el momento los fantásticos contratos de compra no existen. Nada se ha modificado en la comercialización de corvina para China. Se vende todo lo que se captura», señalan y agregan que «los mayores compradores chinos no han exigido nunca una contrapartida de permisos de pesca. No se vende más porque no hay más corvina para vender».

Advierten por otra parte que «tampoco habrá en un futuro cercano mucho más pescado para capturar en el área del Este, si se permite continuar la operación de los ocho barcos aquí mencionados».

Se indica que se trata de un «disparate», y califican de «flagrante contravención a lo pactado por Uruguay en la Comisión Mixta del Frente Marítimo», al hecho de conceder permisos de pesca «clase C» para arrastre de fondo «selectivo» a ocho barcos de cuatro metros de eslora.

Por otra parte la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos habría concedido a estos barcos -según la misma denuncia- un permiso para pescar a «media agua». Cuando la Prefectura los indaga sobre pesca de arrastre en zonas costeras no permitidas «ellos dicen que estaban pescando a media agua, actividad para la cual están autorizados», señalando que «la Prefectura Nacional Naval, único órgano fiscalizador, se da por satisfecha, pues desconoce los aspectos técnicos de la pesca».

Informan que pescar «a media agua» significa arrastrar la red separada del fondo, entre éste y la superficie, para capturar especies que habitan en esa faja de agua sin tener contacto con el lecho marino, para lo que se requiere una red especial que en ningún caso llega al fondo. «Dinara no se ha preocupado ni antes ni ahora de verificar si estos barcos efectivamente están equipados y trabajan con redes de media agua».

Por otra parte, agregan en sus expresiones que a estos barcos también se les permite el uso de redes con un tamaño de malla prohibido para cualquier barco «uruguayo». «La operación de estos buques en áreas costeras no habilitadas es tan evidente que con frecuencia cada vez mayor irrumpen en áreas exclusivas de las barcas de pesca artesanal, arrastrando con sus redes y materiales de pesca, perjudicando la sobrevivencia de los pescadores artesanales por la sobreexplotación de los cardúmenes y la destrucción de sus medios de subsistencia», señalan.

Por otra parte indican que tienen documentada la serie de irregularidades con la captura de especies en contravención con las normas vigentes.

«Si el director de Dinara no está convencido de la flagrante transgresión que encubre su persistencia de mantener estos permisos vigentes, contrarios a todas las normas establecidas, bastará sólo con verificar qué ha sido descargado, con fiscalización de técnicos de la Dinara que dicen haber remitido sus informes a la Dirección en Montevideo». *

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