Se asociaría con la empresa de investigaciones del ex edil pachequista Ricardo Domínguez

Ex agente de la CIA Oliver North invertirá en "agencias de seguridad" del Uruguay

El teniente coronel Oliver North, protagonista del escándalo «Irangate» por el que Estados Unidos financió a la contra nicaragüense a través de una ilegal operación de ventas de armas a Irán, llegará a Uruguay en las próximas horas, donde pretende asociar su empresa Guardian Technologies con agencias locales de seguridad.

North se entrevistará el próximo jueves, probablemente en el exclusivo balneario de Punta del Este, con el ex edil pachequista Ricardo Domínguez, director de la agencia de investigaciones «Domínguez y Asociados», dedicada a espionaje empresarial y seguimiento camuflado de personas, entre otros servicios.

Domínguez confirmó anoche a LA REPUBLICA que la visita de North obedece a su intención de «ampliar» su empresa dedicada a distintos servicios, entre ellos la seguridad, en varios países de Latinoamérica, pero particularmente en Argentina, donde la venta de seguridad es un negocio rentable.

«North, en materia de seguridad, conoce mucho, como conoce otras cosas, como yo también las conozco; y como acá en Uruguay se repiten las cosas que pasan en Argentina, lo mejor es prevenir, y yo, en mi agencia, siempre quiero tener lo mejor», explicó Domínguez. Y agregó: «Mire que acá no hay nada político».

La presencia de North en el Río de la Plata fue informada ayer por el diario argentino Página/12, que en su portada fotografió al ex agente de la CIA, de nacionalidad uruguaya, John Battaglia, representante de la agencia Trident Investigative Service Corporation, junto al también uruguayo Julio Poblete Cortés, secretario personal de Ricardo Domínguez y funcionario de su agencia de investigaciones.

Battaglia declara que desde niño se radicó en Estados Unidos y, como su padre, ingresó a la marina norteamericana, donde se incorporó a los «seals», un escuadrón especializado en acciones especiales, con quien habría estado 18 meses en Vietnam, antes de incorporarse a la CIA, por quien participó en la coordinación represiva Plan Cóndor de las dictaduras del Cono Sur.

Julio Poblete Cortez, quien utiliza en forma permanente lentes oscuros con el argumento de que habría perdido un ojo en la lucha contra la subversión, había sido fotografiado junto a un sonriente coronel (r) José «Nino» Gavazzo, en la edición del 15 de diciembre de 2000 de LA REPUBLICA, cuando se informó sobre la presencia de un grupo de ex militares y ex policías represores durante una misa en recuerdo al ex director de Inteligencia, Víctor Castiglioni, fallecido a principios de ese mes.

 

«Tío Lucas», el amigo del «Nino» Gavazzo

En el artículo de Página/12 se narra un esclarecedor diálogo entre el periodista Felipe Yapur y Poblete, quien señala su amistad con Gavazzo, reconoce que los detenidos de Orletti fueron en su totalidad traídos a Uruguay, y afirma que hay niños desaparecidos «felices» con los policías o militares que los criaron.

Battaglia desaparece unos minutos y «Lucas» toma la palabra. Como su amigo, el mofletudo también calza un traje azul. A diferencia del ex agente de la CIA, «Lucas» luce una corbata celeste de seda y con el mismo motivo que su amigo. En la solapa tiene una bandera uruguaya y un pin de Naciones Unidas  Battaglia tiene uno igual, pero al lado de la insignia estadounidense  y una traba de corbata con el logo de la Policía Federal. «Me lo regaló un comisario amigo, pero si usted quiere me lo saco. Yo no tengo nada que ver con la Policía», dice en tono de broma. Pero su expresión no lo acompaña.

 ¿Cuál es su relación con el teniente coronel José «Nino» Gavazzo?

 Ninguna.

 Sin embargo, en una nota del diario uruguayo LA REPUBLICA, en su edición del 15 de diciembre de 2000, usted aparece acompañándolo en una misa junto a otros militares.

 Pasaba por ahí y me tomaron una foto. «Nino» es una gran persona y, a pesar de su condición de militar, es un ser humano como todos.

 Está acusado de haber participado en el secuestro de ciudadanos uruguayos en Buenos Aires. El juez español Baltasar Garzón pidió su captura. No puede salir de su país.

 »Nino» participó de la guerra antisubversiva pero lo protege la ley. Además, le advierto que él vino a Orletti (el centro clandestino de detención) y retiró a los detenidos, pero ninguno de ellos cayó (al río) y ahora todos se pasean por Montevideo.

 Usted sabe que no es así. Además, también lo acusan por el robo de bebés.

 No, mi amigo, no se equivoque. Las izquierdistas se quisieron meter en la revolución y luego debieron dejar sus hijos. ¿Acaso usted sabe que esos chicos hayan preferido volver a su familia original? Están felices y contentos con los comisarios o militares que los criaron. Y antes de que me olvide, le quiero decir que tenga muy en cuenta qué foto va a publicar de mí. No quiero que me perjudique, porque si es así voy a encontrarlo y vamos a hablar en otros términos. ¿Entendió?

 Lucas, ¿prefiere que lo llamen Julio? ¿Usted es policía o militar? ¿De qué vive?

 No soy nada y vivo de mis amigos. De la ayuda que ellos me dan.

Hasta ese momento, «Tío Lucas» se había negado a identificarse. Recién después de la amenaza entregó una tarjeta que lo muestra como integrante sin cargo aparente de la agencia de seguridad uruguaya «Domínguez y Asociados».

 

Ricardo Domínguez y su «agencia»

Ex edil del pachequismo en el período 1985-90, ex dirigente del Club Nacional de Fútbol (en cuya representación aparece en el programa «Juego Limpio» que emite Canal 5 los domingos) y ex secretario de redacción del matutino La Mañana a principios de 2000, Ricardo Domínguez colocó su agencia de seguridad en el local 40 de la galería ubicada en 18 de Julio 985. Operador político y periodístico, en diversas columnas editoriales Domínguez mantuvo una encendida defensa de militartes y policías torturadores y violadores de derechos humanos de la dictadura, con quienes suele reunirse en la sede de los clubes castrenses de los que es socio.

En noviembre de 1998, el grupo Acción Nacional Batllista (ANB) que Domínguez lideraba dentro de la Unión Colorada y Batllista (UCB) realizó diversas pintadas en Montevideo en reclamo de la libertad del general chileno Augusto Pinochet, quien entonces había sido detenido en Londres por un pedido de extradición del juez español Baltasar Garzón.

Varios represores convertidos hoy en «mano de obra desocupada» estarían ahora integrados a la agencia que Domínguez creó a principios del 2001, cuando realizó una serie de viajes a Buenos Aires y habría realizado sus primeros contactos con el confeso agente de la CIA, John Battaglia.

En un editorial de La Mañana, el 23 de marzo de 2000, Domínguez reivindicaba las reuniones de militares represores: «Nadie podrá impedir que en una reunión de amigos no se recuerden los duros momentos que se vivió en el pasado, cuando había que defenderse de los atentados, ataques a traición y asesinatos sin presentar batalla de frente entre Hombres (sic), de la banda marxista terrorista, que mediante métodos guerrilleros regaron de sangre, horror y muerte al país», escribió. La agencia Domínguez &Asociados (www.dominguezyasociados.uy.tf) se define como «una empresa líder en servicios de Alta Investigación dirigidos a empresas, directivos, ejecutivos y profesionales que quieren resolver con la mayor rigurosidad y efectividad, los problemas y agresiones a las que se ven expuestas las organizaciones que representan».

«Los informes realizados por Domínguez & Asociados son el resultado de la actuación del mejor equipo de profesionales
del sector. En ellos se encuentra la esencia de nuestros resultados. La rigurosidad en el proceso de actuación y la intuición basada en la experiencia legitima a nuestros detectives para actuar en las circunstancias más complejas», se explica.

Autodefinidos como «expertos en seguimientos camuflados», su personal -se indica- tiene a su disposición medios de alta tecnología adecuada a las necesidades de cada servicio. «Apostamos por una política de implementación tecnológica constante de nuestros equipos que nos permita adaptarnos a nuevos modelos de investigación cada vez más sofisticados», señalan. En la oferta de la agencia se incluye la aportación de pruebas, fotos y videos de investigaciones en todo el país y en el exterior a través de «una red internacional de colaboradores», y entre los servicios de la empresa se incluye: competencia desleal, investigación de mercado, localización de personas, fidelidad de la pareja, comportamiento de hijos, informes prematrimoniales, sectas, ludopatías, detección del consumo de drogas, o detección de escuchas telefónicas y ambientales, entre otras.

Según se aclara: «Todas las actuaciones se realizan dentro de las normas vigentes». *

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