Senador Larrañaga denuncia “mentira ética del oficialismo que propugna un Uruguay de buenos y otro de malos»

Larrañaga participó como disertante en el ciclo de conferencias denominado “Cara a Cara”, organizado por la Asociación de Dirigentes de Marketing.

Planteó la “superación del modelo que domina el país en las últimas décadas” y se refirió a cómo fundar el “postfrentismo: El tiempo que viene”.

En su análisis remarcó que existe un “relato” del país con una visión sesgada de la historia y de la sociedad, y señaló que como consecuencia de tal relato se ha generado una brecha entre los uruguayos.

El líder de Alianza Nacional indicó que “el Frente Amplio predicó la división para ganar, aplica la división para gobernar y se imagina dividiendo para sostenerse en el futuro”.

Indicó que el relato del oficialismo, afincado en lo cultural, ha estado apoyado en “algunas mentiras”, la que llamó la “mentira ética”, que propugna que hay “un Uruguay de buenos y otro de malos, donde la línea de moralidad coincidiría con las preferencias políticas”.

Expresó que el relato construido ha sido, por las consecuencias generadas, negativo, y lo consideró agotado. “Humildemente, planteo la necesidad de superarlo”.

Larrañaga señaló que aparece un desafío, el de “crear un proyecto que sea capaz de cerrar la brecha”.

Proyecto alternativo

Agregó que el nuevo proyecto alternativo debe ser capaz de relacionarse y mezclarse con las demás manifestaciones sociales.

Indicó que “se requiere un nuevo contrato entre una nueva política y el nuevo ciudadano” y especificó que no es la Concertación ni ninguna otra obra de ingeniería electoral y argumentó que es algo más complejo y enriquecido.

Larrañaga indicó que como punto de partida de este proyecto debe instalarse la idea que denominó “conciencia superadora. Decidir cambiar. Decidir avanzar. Estoy llamando a fundar un nuevo proyecto”.

Expresó que la alternativa debe llenar los vacíos que deja el Frente Amplio como gobierno, pero también como proyecto socio-cultural. “Lo que podía aportar el Frente, lo aportó”, subrayó

“Relanzar el país, proyectarlo como un país de valores, con conciencia de mundo, que aprecie los derechos y también los deberes, es algo más complejo que ganar una elección. No se puede hacer sin ganar las elecciones, pero no se termina con ellas. Ganar es condición necesaria pero no suficiente”, dijo el legislador nacionalista.

Larrañaga llamó a ser conscientes de los cambios que nuestra sociedad ha tenido e indicó que “hay que ofrecerle un modelo que responda a sus necesidades sociales, culturales y económicas”.

El legislador blanco manifestó que esta propuesta no supone negar al Frente Amplio. “No es un modelo “negacionista”, es un modelo superador”.

Argumentó  que “el Frente vino con una agenda de derechos, lo que está bien”, pero denunció la carencia de una agenda de deberes, de responsabilidades, que son la contraparte de los derechos. En este sentido señaló que “una sociedad se basa en derechos y deberes”.

Agregó que considera fundamental “la necesidad de proyectar ese modelo alternativo y superador. Esa es la discusión que entiendo debe darse la oposición y trasladarse a la sociedad”.

Larrañaga indicó que los valores son el anclaje que le da sentido y ligan a la sociedad con lo que es relevante. Agregó que “Hay que instalar Valores que den sentido a este tiempo”.

Manifestó que la crisis de la educación y la ausencia de valores positivos abrazaron a una generación entera de jóvenes. “El Frente entregó esa generación. Renunció a cambiar un sistema educativo que explotó. La educación es uno de los símbolos del fracaso frentista”.

Dijo que el problema es de fondo: “una visión ideologizada, con un gerenciamiento político desequilibrado. Que entró en conflicto interno y en conflicto con la realidad”.

El líder aliancista señaló que “durante los gobiernos frenteamplistas la coyuntura internacional favorable, los años de crecimiento económico disimulaban las diferencias. La exuberancia económica ocultaba ante los ojos de la sociedad lo que sucedía. Pero ahora los volcanes comenzaron la erupción”.

“Hoy esa lógica pone en jaque mate a la educación. Ese abanico electoralista e ideológico que domina al Frente Amplio frena la gestión y amenaza la capacidad de reactivar la economía”.

Larrañaga subrayó que el manejo de la política exterior ha sido de una gran irracionalidad.

Resaltó que se dejaron pasar oportunidades importantísimas como la de firmar un TLC con EEUU, lo que hoy nos llevaría a estar dentro del mayor acuerdo comercial del planeta como es el Transpacífico.

Larrañaga indicó que el cambio debe venir desde afuera del Frente: “Debe ser conducido por sectores que defendemos la noción de República”.

Remarcó temas de importancia que hay que empezar a abordar: “la cuestión poblacional y demográfica, el cuidado del medio ambiente en general, y en particular: la utilización de los recursos hidrobiológicos, el cuidado del agua como recurso y la necesidad de desarrollar al interior y atacar un macrocefalismo económico que nos acompaña hace 200 años”

Propuso acudir a lo que llamo un espacio común de ideas. Lo definió como “ese espacio republicano y humanista”.

Señaló que “este nuevo proyecto demandará una gran confluencia de esfuerzos. Sin excluidos, sin censurados. Hay que convocar a los mejores. No para restaurar, sí para reparar el daño y para superar. Hay que curar las heridas nacionales, cerrar esa brecha que nos separa”.

Señaló como desafío el lograr “la pacificación moral en base a la fraternidad” y recalcó la necesidad de recuperar la confianza de la ciudadanía en el rol de la política.