Almagro: Uruguay tiene compromiso con cubanos procesados por espías en EE.UU

El canciller uruguayo calificó “la lucha de esos antiterroristas como una causa común de todos los países latinoamericanos”, según informa la Agencia Cubana de Noticias. Agrega que Almagro, “expresó la voluntad de hacer más por la libertad de esos hombres y reafirmó la amistad parlamentaria con Cuba”.

El canciller de Uruguay se entrevistó con dos de las esposas de los “Cinco Héroes” –como se les llama en Cuba- tras lo que “reconoció que esa injusticia tiene víctimas claras y son Gerardo Hernández, Fernando González, Antonio Guerrero, Ramón Labañino y René González, sus familiares y el pueblo cubano todo”, agrega la nota.

Almagro  “aprovechó para insistir en la más fuerte y firme condena” del gobierno uruguayo “contra el injusto e innecesario bloqueo estadounidense a Cuba”.

Una historia de espionaje y contraespionaje

La larga historia de actos terroristas contra la Revolución Cubana (cuyo más flagrante hecho fue la invasión de Bahía de Cochinos) tuvo uno de sus momentos más cruciales en 1998 cuando las autoridades cubanas entregaron al FBI un informe de 230 páginas sobre actividades terroristas que se estaban impulsando desde Miami contra el gobierno de Fidel.

El FBI reconoció las pruebas como válidas, pero en lugar de arrestar a los centroamericanos acusados de planear los actos vandálicos contra Cuba, detuvo a cinco cubanos que habían trabajado en medios opositores a la revolución en Miami, desde donde recopilaron la información sobre los actos que se planeaba realizar en la isla.

El gobierno de EE.UU acusó a los cubanos de trabajar en territorio estadounidense al servicio de la inteligencia de una nación extranjera y presentó como pruebas informes de movimientos del Comando Sur en Miami, que afirmó estaban en poder de los cubanos. Las pruebas nunca fueron hechas públicas por considerarse “secreto militar”.

Tres de los cubanos están condenados a cadena perpetua y los otros dos a 19 y 15 años de prisión respectivamente.

Amnistía Internacional ha declarado que los juicios fueron realizados en condiciones “no propicias” y con un “proceso injusto” para los inculpados.