Casi 4 cada 10 uruguayos comen directamente de mano del Estado

Haciendo números, eso representa «prestaciones alimentarias» por valor de unos 17 pesos cada una.

Medio millón de uruguayos por día, dándoles de comer, son muchos uruguayos. Siguiendo ese tren, el de hacer cuentas, se puede calcular la cantidad de individuos cuyas mesas, por todo concepto, son provistas por el Estado. Para obtener el dato habría que sumar -a aquellos 500 mil- 675 mil comensales más, resultado de  270 mil empleados públicos existentes, que atienden en promedio 1,5 personas a su cargo. El total de 1 millón 175 mil ciudadanos, de todas las edades y condición social, representan casi uno de cada cuatro uruguayos residentes en el territorio nacional, según el último censo.

Alimentación social

Alvarez recordó que el INDA  coordina su tarea con la Comisión de Seguridad Alimentaria, dependiente del Gabinete Social, en la que participan el Ministerio de Salud Pública (MSP), la Administación de Servicios de Salud del Estado (ASSE), el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) y el Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU).

El instituto, dependiente del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), se integró al programa Uruguay crece contigo, un plan que fue lanzado por el Gobierno en mayo y que es coordinado por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), conjuntamente con MIDES y el MSP. Dicho programa, definido como prioritario,  tiene por objeto reducir el nivel de pobreza en hogares con niños de hasta tres años, se llevará a cabo primero en el área metropolitana y los departamentos del norte del país.

“Desde finales de 2006 estamos trabajando con la canasta de riesgo nutricional, que después fue mejorada —a la canasta simple con alimentos secos, se le agregó leche en polvo fortificada con hierro— y fuimos reduciendo los índices de anemia”, sostuvo Alvarez.

También puntualizó que a través del pasaje de la canasta a la Tarjeta Uruguay Social del Plan de Equidad se pasó a entregar cerca de 25 mil litros de leche en polvo fortificada.

La tarjeta, otorgada por el MIDES, es recibida hoy por 80 mil personas. De las 80 mil tarjetas sólo se suspenden de 10 a 15 por mes, número que Alvarez consideró insignificante. Esta tarjeta permite el acceso a una transferencia alimentaria de acuerdo a los ingresos y a la cantidad de componentes del grupo familiar.

“Somos un país chico, es fácil de controlar y encausar”, comentó Alvarez en relación a los desvíos comprobados.

Tarjeta Uruguay Social: elemento inclusivo y de comunicación

Según Alvarez, son 30 mil las personas son se encuentran en zona de riesgo mayor, a quienes se les ha duplicado el valor de la tarjeta para comprar en la red solidaria de comercios.

“Nosotros obtenemos el dato de lo que se compra con cada una de las tarjetas por medio de los códigos de barra, por eso sabemos qué come cada una de las familias y eso nos permite orientar la educación hacia cómo mejorar las compras para  mejorar la alimentación en cada una de las familias”, apuntó Alvarez.

«Por ello —insistió el jerarca— la tarjeta tiene un contenido importante en tanto es un elemento de comunicación».

“Nosotros podemos comunicarnos directamente con la familia y decirle “mirá que te olvidaste de vacunar a josecito”, “no te olvides que tenés hora de la policlínica de ASSE para controlar tu embarazo”; ese es el gran potencial de la tarjeta además de ser un elemento inclusivo, ya que, como el resto de la sociedad, el titular compra en un comercio y no tiene que hacer la cola para acceder a una canasta”.

“Diría que la población más vulnerable hace compras con la misma cultura que el conjunto de la población, con un elemento que ha mejorado, que la herramienta permite ahora que ellos accedan a algunos elementos  que en los viejos mecanismos que utilizamos en INDA no se los permitía”, sostuvo Alvarez haciendo referencia a la posibilidad de comprar con la tarjeta frutas y verduras y carne”.

“Como herramienta tenemos un mejor control de la situación”, insistió. “A través del programa Uruguay Crece Contigo y con el pasaje de los usuarios de recibir la canasta a tener una tarjeta para compra de alimentos, vamos a poder controlar mejor e incidir en las compras de la población con mayor riesgo nutricional al igual que lo hacemos con los enfermos crónicos”, sostuvo Alvarez afirmando que antes de fin de año este sistema estará en pleno desarrollo.

A vía de ejemplo, el jerarca sostuvo que  referencia a través del código de barras de la tarjeta se puede controlar lo que su titular compra, promoviendo la compra de ciertos productos según las características del usuario. Por lo tanto, el INDA acotará algunos productos y hará mayor presión sobre otros para orientar la alimentación de cada usuario.

Es así que, si el titular de la tarjeta es diabético, no podrá comprar más de un kilo de azúcar, ya que se trabará la posibilidad de comprar mayores cantidad a través del sofware. En caso de población con riesgo nutricional, se incentivará la compra de lentejas y leche en polvo fortificada, facilitando así la compra de productos con alto valor de hierro”.