Almagro con LARED21. Entrevista exclusiva, por Ana María Mizrahi

«Otras razones»: exportaciones a Argentina no han caído, pero igual siguen criticando

Canciller Luis Almagro / Fotos: Mariana Costa

Al Presidente Mujica le llamó la atención que la Suprema Corte de Justicia no se haya pronunciado sobre los dichos de la Jueza Mariana Mota, quien elogió al gobierno argentino por su política de derechos humanos y cuestionó al uruguayo.

¿Cuál es su visión del tema?

Primero, quiero apoyar los dichos del Presidente.  Segundo, reconocer el valor de las declaraciones de Mota, realizadas desde el punto de vista de una magistrada, a conciencia de que los jueces son actores fundamentales para asegurar la plena vigencia de los derechos humanos, un tema que, indudablemente, no es de política partidaria. También estimo que Mota debió hacer referencia a los importantes avances realizados en derechos humanos desde el  2005 hasta la fecha.

La posición de Uruguay de votar en Naciones Unidas a favor de una misión a los asentamientos judíos en territorio palestino. ¿Le significó al país algún distanciamiento con Israel desde el punto de vista político o comercial, más allá de lo declarativo?

Los vínculos se miden en tiempos más largos. Hemos tenido instancias de coordinación previa con el embajador de Israel (David Goren). El gobierno uruguayo le informó lo que íbamos a votar,  las 5 resoluciones que el Consejo de Derechos Humanos de ONU plantea sobre Israel. Nos sorprendió el comunicado de la Embajada (Israel). Además consideramos que debió haber mandado uno igual desde el año 1998 a la fecha. La sustancia de la posición uruguaya es la misma, reitero desde 1998 hasta hoy.

Por lo tanto, el comunicado de la embajada de Israel no es procedente y es inadmisible. Creo que se cruzaron variables de política interna.

¿A qué se refiere con “variables de política interna que se han cruzado”?

Estos temas los hemos hablado directamente con el embajador de Israel (David Goren).

La embajada israelí señala que hay una contradicción entre la posición respecto a Israel y respecto a Irán. Uruguay se abstuvo de votar una extensión de la presencia del relator sobre derechos humanos en Irán.

¿El gobierno reconoce tal contradicción?

Son dos resoluciones que no tienen punto de contacto. Los contenidos de esta misión de investigación para los territorios ocupados no son dentro de territorio israelí. Sí Irán tuviera un territorio ocupado y estuviera violando los derechos humanos sería el primero en votar la resolución de condena. Le digo más: le doy con un caño.

En nuestro voto no estamos incorporando sustancia nueva en este asunto.

Reitero: Uruguay vota igual que lo hizo en el año 1998 respecto a los asentamientos israelíes en territorios ocupados y hemos mantenido la misma votación respecto a los derechos humanos en Irán. Nos abstuvimos porque entendimos que ameritaba primero una visita de la Alta Comisionada de Derechos Humanos a Irán, actualmente se están reuniendo objeciones y condiciones. Esperamos que esta visita se concrete. Después, y en función del informe de la Alta Comisionada, podemos pasar a la siguiente fase que es un relator en derechos humanos, y posteriormente una misión de investigación a Irán. Estoy convencido que son etapas que deben tener una secuencia lógica. Hasta ahora no se ha cumplido con esa secuencia y no se entiende bien por qué.

Hay temas que por su urgencia y su gravedad requieren una acción inmediata y ahí prefiero atender el caso Libia, donde las violaciones son sistemáticas, corriendo fuera de control y no hay nadie para poner coto a la situación. Y más luego del informe negativo que se realizó el año pasado. Entonces, estas explicaciones tienen una linealidad histórica: en una Uruguay siempre se abstuvo, y en la otra siempre hemos votado a favor. Votamos igual desde el año 98 a la fecha, por tanto, no se puede decir que la posición es inconsistente.

El Presidente Mujica viaja a Brasil para reunirse con su par brasileña Dilma Rousseff

¿Cuáles son los temas que están en la agenda?

La reunión será el jueves. Le voy a contar una anécdota de algo que alguna vez le pasó a un embajador que conocí, públicamente contó “los acuerdos que van a firmar los presidentes son tales”. Con sus palabras arruinó la visita porque lo anunció antes que se concretara. Estos encuentros tienen que tener su ámbito de diálogo entre los presidentes y luego ellos explicitarán la temática que abordaron.

¿Hay elementos nuevos de la relación comercial con Argentina?

La relación comercial con Argentina tiene una particularidad que está altamente expuesta a nivel de opinión pública y con una transmisión de ideas muy desfavorable. Fue un tema muy duro y muy intenso de la agenda durante principalmente durante el segundo semestre del año pasado. Fuimos al Senado a explicar lo que estamos haciendo. En el segundo semestre trabajamos con el tema de licencias no automáticas, los temas de valor de criterio uno a uno. Cerramos el año con un crecimiento global de un 17% de las exportaciones en relación con el año anterior. No obstante, siguió siendo criticada esta relación comercial a pesar de que las cifras fueron muy importantes. Comienza el año y en enero las exportaciones suben un 70% motivado por distintas coyunturas y sin embargo las relaciones con Argentina siguen siendo criticadas. Sumamos enero y febrero y estamos empatados en relación a igual período del año anterior, es algo que no nos conforma mucho, debemos reconocerlo, pero estamos empatados. Las relaciones comerciales siguen siendo criticadas. Entonces hay otras razones que las puramente objetivas y cuantitativas.

Una relación comercial tan vasta como es la de Uruguay con Argentina comprende exportaciones en bienes y servicios que sumados dan una balanza equilibrada. Las soluciones que siempre se obtienen van a ser parciales. El año pasado quedaron pendientes 3 sectores: imprenta, vestimenta y alimentos que fueron afectados por las trabas. Por eso ese año arrancamos con un esquema de trabajo que consiste en tener una coordinación con el sector privado que incluyen empresarios y trabajadores. La idea es coordinar la estrategia de negociación con Argentina. Hasta ahora lo más aceptado es la negociación y el diálogo.

Desde la oposición han surgido voces que reclaman que Uruguay negocie en el Mercosur la posibilidad de salir a buscar acuerdos bilaterales con terceros países.

¿Cuál es su visión al respecto?

Uruguay no va a firmar ningún acuerdo comercial que afecte la perspectiva de su estrategia de integración.

¿Ud. comparó el bloqueo de Argentina a Malvinas con el de EEUU a Cuba?

No es verdad, nunca comparé una situación con la otra. Hice una referencia al concepto general, Uruguay ha sido un país que históricamente se ha opuesto a cualquier bloqueo y a cualquier embargo. Las situaciones no son comparables, en Malvinas no existe un bloqueo y en el caso de Cuba sí existe. Dije: si los privados quieren ir a vender para mí está definitivamente bien.

Respecto a la política fronteriza. ¿Cómo se está trabajando?

Trabajamos en la coordinación interinstitucional, prácticamente no hay ministerio u organismos que le sean ajenos los temas de desarrollo fronterizo.

Nosotros identificamos los problemas, preparamos los planes de contingencia y avanzamos tanto como lo permite la institucionalidad y la burocracia.

¿Qué se está haciendo para mejorar el regreso de los llamados “uruguayos retornados”?

De una oficina donde antes trabajaba un solo funcionario hoy tenemos cuatro. Atendemos cuatro veces más personas que en años anteriores. Regresan al país unos 300 uruguayos por mes. También en este tema, hacemos coordinación interinstitucional. Las soluciones no las podemos brindar nosotros directamente. Con el Ministerio de Salud Pública obtuvimos que los que regresan y lo necesitan se atiendan gratis durante un año. Con el Ministerio de Educación y Cultura trabajamos en la asimilación de los hijos de los uruguayos que regresan para que sea con la menor cantidad de contratiempos posibles. Con Vivienda trabajamos en el otorgamiento de garantías de alquiler o subsidios. Con los Ministerios de Trabajo y de Desarrollo Social también trabajamos para obtener distintas soluciones. También coordinamos con los despachantes de aduanas para racionalizar las tarifas y los costos de los trámites aduaneros. Estamos ante una nueva dimensión. A través de la Junta Nacional de Migraciones impulsamos una política migratoria diferente que contemple a los que se van y que cuando regresan no sean doblemente migrantes. Nuestra idea es cambiar la lógica que había tenido el país, y era que los que retornaban debían ser viejos con plata. Nuestra intención es que también venga gente joven y con aptitudes para el trabajo. Cambiamos la lógica para atender este nuevo fenómeno.

Respecto a su relación con el Presidente Mujica, ¿cómo la define, cuántas veces se comunica con él por día?

Hay veces que hablamos varias veces por día y otras veces pasan algunos días que no conversamos. En general, es muy importante tener el puente mental y de gestión perfecto con el Presidente. La consonancia tiene que ser perfecta.

¿Y lo es?

Sí, definitivamente perfecta.

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