ENTREVISTA EXCLUSIVA

Gerardo Caetano: «Más justicia no significó menos verdad»

Las últimas noticias en materia de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, a partir del hallazgo de los restos del maestro Julio Castro asesinado en un predio militar, permitieron a la periodista Ana María Mizrahi develar la mirada del entrevistado sobre los grandes temas del momento político nacional. El gobierno y la oposición, la inseguridad, la educación, las candidaturas, los grandes acuerdos nacionales y, por supuesto la actual encrucijada en las Fuerzas Armadas, nada quedó afuera del análisis lúcido del profesor Caetano. La fecha resultó oportuna para que Ana María obtuviera un balance personal del académico sobre el año que termina.

– ¿Cómo te presento?

Bueno, historiador y politólogo.  Docente investigador de la Universidad de la República y en el CEFIR

– ¿Para empezar, las declaraciones del General Aguerre, del comandante en jefe del Ejército, qué impacto cree que tienen sus palabras?

Hay que ubicar primero el enorme impacto de la identificación de los restos de Julio Castro y de lo que ha podido saberse.  Para hablar de lo que ha dicho Aguerre hoy hay que recordar por qué Aguerre habla hoy.  Creo que la identificación de los restos de Julio Castro no trae novedades sustantivas en términos de la investigación de los hechos. Pero trae la confirmación de algo que podía saberse y que ahora está en la agenda pública del conjunto de la sociedad uruguaya. ¿Qué es eso? Bueno, la plena confirmación de que las detenciones, desapariciones, no fueron excesos cometidos por algunos, que aquí hubo un terrorismo de Estado sistemático e institucional que involucra a las Fuerzas Armadas como institución, que la tortura tuvo un enfoque terrorista y que aquí hubo un pacto de silencio en el que no solo estuvieron involucrados los militares, que durante décadas hizo que estas atrocidades no se supieran, sino que fueran de alguna manera encubiertas bajo un discurso de que esto había sido fruto de una guerra civil.

[encasillado_izquierda]»aquí hubo un pacto de silencio en el que no solo estuvieron involucrados los militares»[/encasillado_izquierda]

Yo lo que pregunto es: ¿a Julio Castro lo mataron en el marco de un enfrentamiento?, ¿cómo aplicar la teoría de los dos demonios en su caso y en el de todo el resto?  Pero en el caso de Julio Castro, ¿cómo explicar que esto no involucraba a las cadenas de mando y a quienes conducían el gobierno y el estado y las fuerzas armadas?. Bueno, los hechos son de una magnitud tal que no pueden omitirse.

 

– ¿El gobierno le tendría que reclamar / exigir más información al Ejército, a Aguerre en particular?

Por supuesto. Hay que recordar algunas cosas que son obvias pero que no son nada triviales. Como lo ha dicho el general Aguerre, pero además como se establece en la constitución, el comandante en jefe del Ejército es subordinado de quien es el comandante en jefe de las fuerzas armadas que es el presidente de la República. Está sujeto a subordinación del poder civil y creo que el poder civil ha sido muy débil en la exigencia a los militares.

Aquí también, lo que se ha sabido con la aparición de los restos de Julio Castro es que hay una estrategia que fue equivocada. Eso de que cuanto más avanzara la justicia menos se podía conocer la verdad, ha quedado desmentido por los hechos. Aquí durante mas de 34 años, durante décadas,  imperó la impunidad. Con múltiples oportunidades de poder aportar pistas de verdad, bajo anonimato como era en ocasión de la comisión para la paz. No solamente no se aportó verdad, sino que se aportó indignamente las mentiras más atroces.

– Estamos en diciembre, obviamente terminando el año, ¿cuál es su primera evaluación de lo que ha sido en este 2011 el gobierno del Frente Amplio encabezado por el presidente José Mujica?

(pide para seguir respondiendo la pregunta anterior)

Hay una expectativa en torno al general Aguerre, es hijo de un militar constitucionalista que fue hecho preso en forma absolutamente injusta durante la dictadura. Y al mismo tiempo, no debemos olvidarlo, es yerno del coronel Trabal, asesinado en circunstancias que no han sido aclaradas. Y el general Aguerre en su primera declaración ha sido muy claro en sostener que el eje de su comandancia va a ser el tema de derechos humanos. Y las  declaraciones de hoy son declaraciones muy contundentes.

La sociedad le tiene que exigir mucho y el gobierno le tiene que exigir mucho a Aguerre. Es una tarea muy grande que tiene bajo sus hombros pero es una tarea absolutamente imprescindible. Si después de lo que ya sabe todo el conjunto de la población, el Ejército no se desmarca de quienes practicaron de manera institucional y sistemática terrorismo de Estado y que llegaron a estos atropellos como institución no puede tener la legitimidad en el seno de la sociedad uruguaya.

– Yendo al balance anual de este año del gobierno del Frente Amplio encabezado por el presidente Mujica

Es un gobierno que puede exhibir indicadores positivos, el Uruguay sigue creciendo, sigue mejorando sus indicadores sociales, incluso ha consolidado algunas evoluciones virtuosas, particularmente virtuosas como es que no solamente baja la pobreza y baja la indigencia, sino que está bajando la desigualdad, cosa que en América Latina es bastante singular. Por otra parte hay muchos indicadores positivos en un contexto de crisis. Sin embargo yo creo que el principal adversario del gobierno ha sido el propio gobierno.

El gobierno no ha podido quitarse la imagen de un gobierno desordenado, de un gobierno disputado o de un gobierno anárquico. De un gobierno que no termina de encontrar un rumbo, en múltiples aspectos. Si bien en esto Mujica tiene una responsabilidad importante por como ejerce esa figura del centro presidencial, creo que también hay otros responsables y hay muchos de los problemas del gobierno que tienen que ver con problemas del partido de gobierno y viceversa. O sea que la relación entre gobierno y partido de gobierno desmejora a los dos. Por eso es que se da una circunstancia muy rara, el gobierno tiene muchas cosas para exhibir, muchas cosas positivas., pero luego hay un gran fracaso en la gestión de muchas de esas iniciativas y tiene aspectos claramente deficitarios.

El campo de la educación es un campo muy deficitario. Hoy el gobierno está ante una gran oportunidad, que es obtener un respaldo multipartidario, sólido, para una hoja de ruta de reforma educativa. Pero tiene en algunos sindicatos no en todos, concretamente en el sindicato de secundaria, un opositor que de alguna manera no deja margen para negociación. ¿Qué está en debate? ¿Está en debate el Promejora o está en debate el poder en el terreno de la enseñanza?, ¿y cuánto tiene esto que ver con un debate político partidario adentro del seno de la izquierda, o de las izquierdas? Porque también hay aquí izquierda no frenteamplista.

[encasillado_izquierda]»el gobierno está ante una gran oportunidad, que es obtener un respaldo multipartidario, sólido, para una hoja de ruta de reforma educativa»[/encasillado_izquierda]

Por otra parte, estas idas y venidas respecto a iniciativas como la rebaja del iva, como el impuesto a los predios de más de dos mil hectáreas, las idas y venidas respecto al rol de la OPP, del equipo económico, ciertos déficit importantes en otras áreas muy sensibles como el de la salud pública o el área de la vivienda.

Hay más problemas de gestión y hay más problemas de disputas de poder de la izquierda que problemas objetivos. Y si bien Mujica no ayuda mucho porque, con la mejor intención, muchas veces es quien parece boicotear sus iniciativas. Parece no haber advertido que un presidente cuando habla, gobierna. Y que no es lo mismo un líder popular que un presidente. Y allí comete situaciones absolutamente incomprensibles. La oposición debiera pensar que está muy débil porque los principales problemas del gobierno no los genera la oposición, los genera el propio gobierno.

– Y a la oposición,  ¿como la observa?

La observo con una gran debilidad. La oposición no ha logrado configurarse. Estamos lejos de las elecciones pero no ha logrado configurar una competencia creíble frente a un gobierno desordenado, con problemas de gestión. Incluso por ejemplo en el Partido Nacional.

El retiro de Lacalle genera un escenario en donde parece emerger el favoritismo del doctor Larrañaga pero la otra pata, es decir, quién va a ser el heredero en el herrerismo de Lacalle, no parece configurarse con claridad. Yo creo que el Partido Nacional necesita recuperar el reformismo wilsonista.

Algo muy similar ocurre dentro del partido colorado. En el partido colorado la hegemonía Bordaberry es absolutamente indiscutida y no parece recrearse un ala atllista. Y un partido colorado tan hegemonizado por Bordaberry no es un partido que pueda resultar competitivo, es un partido que tiene un techo claro. Entonces los dos partidos tradicionales tienen dificultades y eso los lleva a que no terminan de adquirir un estatuto de competencia firme.

Hoy por hoy estamos muy lejos de las elecciones, pero aún retirado de la vida política pública como ha dicho, Tabaré Vázquez sigue siendo el candidato más popular y el político más popular del Uruguay, e incluso puede aparecer como alguien que hereda desde un cierto poder opositor a este gobierno. Entonces yo veo que el escenario de competencia política es un escenario donde no parece haber muchas iniciativas virtuosas.

El Frente Amplio tiene muchos problemas como partido, el gobierno tiene problemas de gestión pero la oposición no parece emerger como una alternativa sólida. Repito: estamos  muy lejos, tan lejos que en realidad no debiéramos estar pensando en el 2014 y debiéramos estar pensando en ciertas tareas fundamentales que el país no puede esperar.

Por ejemplo, en el tema de la educación no podemos esperar. Hay ciertas tareas que son urgentes.  Son urgentes en la implementación, porque las reformas en la educación demoran luego en confirmarse y ya tenemos ciertos escenarios realmente muy críticos, particularmente en Secundaria.

El tema de la seguridad lamentablemente se ha incorporado en una lógica de anticipación electoral. Es un error. Hay problemas, se podrá criticar o no al gobierno, pero hay problemas que están más allá de quien gobierne. Y el país los va a tener gobierne quien gobierne. ¿Estamos encarando el tema de la seguridad con esa visión multipartidaria de la que hablamos?

Y por otra parte, ¿hay pensamiento estratégico en el país? Estamos en un contexto de crisis internacional muy dura que hasta ahora no ha tocado duramente. Ha tocado a América del Sur pero no ha tocado con la dureza previsible, porque encuentro una América del Sur con fortalezas inéditas.

Pero quien piense que somos una isla en un continente muy complicado, se va a equivocar. Volvemos a una visión de insularidad en donde parece que esta bonanza va a permanecer y no nos estamos preparando para una hipótesis de desafío. Falta pensamiento estratégico.

– ¿Cuales serian entonces los retos para el próximo 2012 para el gobierno en particular?

El gobierno vuelve a tener no solamente la oportunidad sino la necesidad de una inflexión.  Tiene que consolidar un rumbo, tiene que consolidar un libreto de reformas. Tiene que consolidar una hoja de ruta que pueda ir alimentando, pero no todos los días y no sobre la base de idas y vueltas, de marchas y contramarchas. Tiene que establecer una priorización con 4 o 5 grandes iniciativas de reforma. Y al mismo tiempo tiene que asumir la iniciativa para conseguir políticas de acuerdo multipartidario en aquellas áreas que lo requieran. Y además no son áreas sobre las cuales haya que inventar mucho, son las mismas áreas que el Frente Amplio propuso como áreas de acuerdo después de las elecciones. Educación, seguridad, medio ambiente.

El uruguay  se encontró con una discusión que no ha terminado de dar, que es la posibilidad de una reforma, de una transformación de su estructura productiva a partir de la incorporación de la dimensión del país minero. Era una discusión para la cual no estaba prevenido. Bueno debiera construir una agenda prospectiva pero además de encontrar un rumbo.

El gobierno y particularmente el presidente de la República debería emprolijar la gestión. En primer lugar su propia gestión. Mujica es un hombre … bien intencionado. Yo creo que quien dude de eso se equivoca. Y es un hombre que suele tener ideas interesantes. Lo que ocurre es que su propia gestión boicotea sus buenas intenciones y aún sus ideas. Y no parece ser demasiado difícil el hecho de administrar mejor sus dichos, sus gestos, no boicotearse tanto, no boicotear tanto al gobierno, ordenar la gestión de la marcha del gobierno. Ser más previsible. Y al mismo tiempo, tampoco parece ser demasiado difícil que a dos años de mandato el gobierno advierta aquellas áreas de la administración en donde la gestión es muy deficitaria. Y donde los problemas no son de recursos, o por lo menos no son sólo de recursos sino que son de gestión. Cuando se le pregunta a la ciudadanía el principal problema de nuestro gobierno se insiste de que es un problema de gestión.

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