Proyecto reemplaza ataúdes por cápsulas orgánicas de donde crecerán árboles

Muchas personas quisieran ahorrarse el tema de los ataúdes a la hora de morir o de enfrentar la muerte de sus seres queridos, y la idea de “regresar” a la tierra ha resultado atractiva para las diferente culturas desde los tiempos más remotos.

El innovador proyecto llamado Capsula Mundi, realizado por los diseñadores Anna Citelli y Raoul Bretzel, intenta dar una solución más natural a este “final del viaje”. Asi es que desarrollaron una cápsula de entierro orgánico, que es biodegradable. Lo que hace es convertir el cuerpo de la persona en nutrientes para un árbol que crecerá desde sus restos.

Sobre la cápsula donde se entierra al fallecido se planta un árbol o varias semillas de árboles. A su vez, el proyecto prevé una variedad de árboles que las personas pueden escoger.

Viabilidad

Este innovador proyecto que ha tenido muy buena recepción, es por ahora solo conceptual, porque la legislación de Italia no permite este tipo de entierros. La meta del proyecto, de permitírselo, será convertir totalmente el concepto que tenemos de un cementerio, transformándolo en un frondoso parque. Además, plantea una solución para el hecho de de destruir y enterrar la madera en forma de ataúd, sustituyéndolo por la acción contraria: que la personas proporcionen al final de su vida más vida, que sean la base del crecimiento de árboles nuevos.

Nuestros seres queridos podrían cuidar de estos árboles.

Un bosque sagrado

«Es el primer proyecto italiano creado para promover la realización de los cementerios verdes, para que dejen de estar llenos de lápidas y se conviertan en bosques sagrados a los que puedan acudir los familiares y amigos de los fallecidos” dicen los creadores en su página web. «El árbol representa la unión entre la tierra y el cielo. Para hacer un ataúd que se utiliza durante tres días se ha cortado un árbol que ha necesitado de 10 a 40 años para crecer», agregan.

«La muerte es un paso misterioso, delicado e inevitable. Los muertos no pueden ser sólo un problema técnico, no puede ser tratados como un tabú. Independientemente de la religión y la cultura a la que pertenecemos, la muerte es un fenómeno biológico, es lo mismo para todos”, señalan.