Suiza rechaza la deportación automática de delincuentes extranjeros por delitos menores aunque con escaso margen

En lo que para muchos era una muestra de xenofobia y para otros, defensa de la ciudadanía, los suizos fueron a las urnas, y 18 de los cantones coincidieron en votar que no se aceptará esa reforma, mientras 5 cantones votaron a favor de la iniciativa.

Sin embargo la ley, que todavía no entra en vigencia, es dura en sus criterios para los extranjeros y en realidad viene a considerar excepciones más que normas generales para quienes delincan sin haber nacido en la nación helvética.

Se trató de la segunda consulta sobre el tema, desde que en 2010, los suizos aprobaron con el 52% de votos el proyecto para expulsar extranjeros delincuentes, sin ningún tipo de consideración.

Los suizos y los que nacieron allí sin serlo

La nueva norma considera que los jueces podrán hacer excepciones para el caso que la expulsión genere problemas para quien delinquió o para su entorno familiar, que ameriten dejarlo en el país. Entenderán además si el delito fue cometido en legítima defensa o de necesidad inexcusable, y además  si la persona se arriesga a un trato inhumano en su país al ser remitido al mismo. Por último alcanza al casi medio millón de nacidos en Suiza, pero no ciudadanos, en tanto no por haber nacido en algún cantón se obtiene per-se la condición de ciudadano.

Los delitos que implican automática expulsión son asesinato, violación, asalto a mano armada, tráfico de humanos y tráfico de drogas, aunque también otros como el abuso de los beneficios de la seguridad social. La expulsión hace que la persona no pueda volver al país en un plazo de entre cinco a quince años, aunque podría ampliarse hasta los veinte años o de por vida en casos de reincidencia.