Chávez intenta reconciliar al país

Funcionarios del gobierno consultados por la AFP avanzaban este martes en los preparativos del diálogo, pero persistían dudas sobre si la convocatoria de Chávez tendrá acogida entre sus opositores, sobre todo entre los empresarios y dirigentes sindicales que lideraron la semana pasada una huelga general que desembocó en el derrocamiento temporal del presidente. Abatido y en tono conciliador, el empresario Pedro Carmona, quien presidió el fugaz gobierno transitorio impuesto por el movimiento cívico-militar que dio el golpe, llamó el lunes a la «convergencia» y «reunificación de los venezolanos».

«Ojalá que lo ocurrido tenga como conclusión la reconciliación y la reunificación de los venezolanos (…). Todo lo acontecido fue producto de jornadas muy tensas que condujeron a rectificaciones de parte de la dirigencia política», dijo Carmona, al ser trasladado la víspera a su domicilio para cumplir arresto bajo cargos de rebelión y usurpación de funciones.

El gobierno lanzó este martes un llamado a los sectores laborales, a la Iglesia, a los empresarios y organismo de derechos humanos para que se sumen a las mesas de diálogo a partir del jueves.

«El diálogo que empezará el jueves es de prioridad para el gobierno del presidente Chávez, por eso estamos llamando a todos a participar en las discusiones sobre los problemas que tenemos que resolver los venezolanos», aseguró este martes el canciller Luis Alfonso Dávila, en conferencia de prensa en el presidencial Palacio de Miraflores.

Dávila explicó que en una de las mesas de diálogo podrían participar representantes de otros países, «amigos de Venezuela», que se concentrarán en el análisis de la situación del país, cuarto productor mundial de petróleo, a nivel internacional.

La instalación del diálogo y el llamado a la unión que hizo Chávez al reasumir el poder la madrugada del domingo, fue visto con buenos ojos por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, quien conversó sobre ello con el gobernante durante una reunión este martes en Miraflores.

La ruptura del orden constitucional en Venezuela «no se puede volver a repetir», declaró el funcionario, al explicar que su misión en Caracas es investigar los hechos que desembocaron en el golpe de Estado.

«Es necesario que se respete la Constitución y que todos sepan que esas son las reglas del juego de esa sociedad», destacó Gaviria, al aclarar que no se reunirá con los opositores que ejecutaron el golpe y que «no necesariamente son los mismos que organizaron la huelga». Aunque algunos sectores consideraron la posibilidad de que la OEA envíe observadores a las mesas de diálogo, el canciller explicó que la misión de Gaviria es presentar un informe ante el Consejo Permanente del foro sobre lo acontecido en Venezuela.

La Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y la organización empresarial Fedecámaras, las dos organizaciones que emprendieron la huelga que precedió al golpe, aún no se pronunciaban oficialmente sobre su posible participación en las mesas de diálogo.

Mientras tanto, las autoridades y organizaciones humanitarias continuaban este martes su amargo recuento de víctimas y da ños que dejaron las violentas manifestaciones, precedentes y posteriores al golpe de Estado, y que según informes preliminares era de 57 muertos y al menos 400 heridos. *