Avión presidencial chino fue entregado por EEUU lleno de micrófonos

PEKIN, AFP

 

Según expertos militares chinos, citados por el diario, el material descubierto en el avión estaba miniaturizado, era muy sofisticado y no tenía nada que ver con los materiales de escucha disponibles en el comercio.

Los aparatos, que debían transmitir sus datos por satélite, estaban disimulados detrás del revestimiento de la cabina. Una de las grabadoras, precisa el diario, fue hallada en un baño y otra en la cabecera de la cama destinada al presidente Jiang Zemin.

Los chinos fueron alertados por silbidos agudos que se detectaron a bordo del avión durante los ensayos de vuelo de setiembre, poco después de la entrega del Boeing por Estados Unidos.

El descubrimiento provocó la furia del presidente chino, según el diario, y ello en un momento delicado. En efecto, el presidente norteamericano George W. Bush debe visitar Pekín en febrero para una cumbre bilateral, treinta años después de la cumbre histórica entre Mao Tse Tung y Richard Nixon.

El bimotor fue fabricado en las usinas de Boeing en Seattle, pero los acabados interiores fueron realizados por otra empresa de Estados Unidos, señala el Financial Times sin dar más precisiones.

El aparato fue entregado en agosto, tras hacer una escala en Honolulu.

El asunto ha tenido consecuencias en China misma, donde se ha abierto una investigación para determinar posibles negligencias en los servicios encargados de comprar el Boeing. Unos veinte oficiales de la aviación han sido detenidos para ser interrogados, señala el periódico.

Dos responsables de la empresa estatal china encargada de la importación del aparato han sido igualmente detenidos, agrega.

Paul Harris, experto en política internacional de la universidad Lingnan de Hong Kong, estimó que existía incertidumbre respecto de la instalación de los micrófonos pues era «poco probable o incluso imposible que Estados Unidos esté implicado» en este caso de espionaje. Harris también vio como poco posible que «Boeing haya querido ser responsable» del mismo, según dijo a la AFP este ex funcionario de inteligencia militar norteamericano.

Para Harris «podría tratarse de algo que el gobierno chino quería instalar en el avión».

«Las grabaciones de Nixon revelaron al mundo cómo los gobiernos quieren grabar a sus propios miembros», dijo aludiendo a los micrófonos instalados en la Casa Blanca bajo la presidencia de Richard Nixon.

Para Jean-Pierre Cabestan, del Centro francés de estudios sobre China contemporánea, sería posible que altos funcionarios militares intentaran influenciar con este asunto la política de Pekín respecto de Estados Unidos.

«Existen a todas luces diferencias en el seno de la dirección del ejército y del partido comunista chinos sobre la evolución de las relaciones sino-norteamericanas después de los atentados del 11 de setiembre», agregó este universitario basado en Hong Kong.

La última historia de espionaje sino-estadounidense se produjo en abril, cuando un cazabombardero chino F-8 y un avión espía norteamericano chocaron sobrevolando el mar de China, causando la muerte del piloto chino y obligando al aparato norteamericano a un aterrizaje de emergencia en territorio chino. Las autoridades norteamericanas se negaron este sábado a todo comentario sobre el caso de los sistemas de escucha que habrían sido descubiertos disimulados a bordo de un Boeing 767 entregado por Estados Unidos y destinado al presidente Jiang Zemin. «Nunca hablamos de este tipo de alegaciones», declaró un portavoz de la Casa Blanca, Taylor Gross, interrogado por teléfono.

«No es el tipo de asunto que nosotros comentamos», indicó por su parte un portavoz de la CIA, Bill Harlow. *