EL CHE Y LOS 100 AÑOS DEL GENERAL GIAP

La noticia me llegó por un artículo de Jerónimo Carrera, presidente del PC de Venezuela, publicado el domingo 5 en Tribuna Popular de Caracas. El autor narra una hermosa anécdota de cómo conoció a Giap en la Conferencia Tricontinental efectuada en La Habana en enero de 1966, y se vio favorecido por el hecho de que, en el orden alfabético, Venezuela y Vietnam se ubican juntos. Cuenta que Giap, actuando con extrema modestia, no le reveló su identidad e hizo girar la conversación sobre las luchas del pueblo venezolano. Posteriormente lo volvió a ver en una visita a Vietnam, y recibió de regalo uno de sus libros, caratulado: General Vo Nguyen Giap, DIEN BIEN PHU, Hanoi 1964, Ediciones en Lenguas Extranjeras, de 254 páginas. Adviértase la fecha: es el año previo a la provocación del Golfo de Tonkín en 1965, tras la cual se desató la invasión norteamericana desde el sur de Vietnam ocupado por sus tropas.

Aquí se mezclan mis recuerdos personales, porque yo estuve en el país en ese año, ya desencadenada la guerra, y lo recorrí en viajes nocturnos de Hanoi al sur hasta el límite del paralelo 17º. En una instancia previa, en la capital, me llevaron a una sala donde había una maquette de gran tamaño y me explicaron en detalle la batalla de Dien Bien Phu. Entre los anfitriones estaba el propio general Giap. También pude ver, en el Museo de la Revolución, fotos de las manifestaciones por Vietnam en Uruguay, tomadas por Aurelio González.

La batalla de Dien Bien Phu fue un prodigio del arte militar a manos de un ejército del pueblo. La fortaleza, situada en lo alto de una colina y circundada con siete anillos de fortificaciones militares, era considerada inexpugnable. Fue conquistada por un ejército que era el pueblo en armas, avituallado por bicicletas. El general De Castries, elevado de rango durante la batalla, fue capturado al frente del cuartel general, mientras sus oficiales huían a la desbandada en helicóptero. Esa fue la tapa de Time en mayo de 1954. Fue el fin de los colonialistas franceses, que habían conquistado a sangre y fuego la península indochina en el siglo XIX (Vietnam, Laos y Camboya), y que habían vuelto por revancha luego que los vietnamitas desalojaran a los ocupantes japoneses durante la II Guerra Mundial y Ho Chi Minh proclamara la República Socialista de Vietnam en la plaza Ba Dinh de Hanoi el 2 de setiembre de 1945. Después de la retirada de los franceses, EEUU se lanzó a la tarea de reemplazarlo como potencia colonialista: ocupó Vietnam al sur del paralelo 17º e inició la conquista del norte en 1965. Es a la batalla de Dien Bien Phu que se refiere en forma detallada el libro del general Giap citado.

En 1964 publicó otro volumen (tiene en su haber siete en total) titulado «Guerra del pueblo, ejército del pueblo», que fue prologado por el Che Guevara en su edición por Editora Política de La Habana en 1964. Eran las vísperas de la invasión estadounidense, en que las enseñanzas del libro se pusieron en práctica en la máxima expresión. En ese momento Giap era primer ministro, ministro de Defensa Nacional y comandante en jefe del ejército popular de la República Democrática de Vietnam. En su prólogo el Che destaca que Vietnam del Sur estaba en pie de guerra y que el general Taylor, jefe de las fuerzas armadas de EEUU ocupantes del Sur, amenazaba con el uso de «una bomba atómica táctica». En esa época Cuba mantenía una embajada en la zona liberada de Vietnam del Sur, a cargo de Raúl Valdés Vivó. Guevara resalta de los análisis de Giap la definición de la guerra de liberación del pueblo vietnamita como guerra de todo el pueblo y de su brazo ejecutor como ejército del pueblo, haciendo válidas la alianza obrero-campesina y destacando su carácter antiimperialista, anticolonialista, antifeudal y dando como resultado el establecimiento de una revolución socialista. Dice que las fuerzas de liberación van mostrando su poderío y su imbatibilidad, «sumidas en el gran mar del pueblo como el pez en el agua» y concluye que «ejército y pueblo no son sino la misma cosa, lo que una vez más se ve corroborado en la magnífica síntesis de Camilo (Cienfuegos): ‘el ejército es el pueblo uniformado'».