la libertad retrocede

Ataque a la libertad de prensa: Milei ordena cierre de Telam, elimina su web y blinda su sede

Las y los trabajadores de Telam no pueden ingresar a sus oficinas, ya que el presidente ultraderechista ordenó el vallado del predio. Su futuro laboral está ahora en vilo.

Foto de los reporteros de Telam Pablo Añeli y Daniel Dabove
Foto de los reporteros de Telam Pablo Añeli y Daniel Dabove

En una maniobra que ha estremecido los cimientos de la democracia argentina, el gobierno nacional ha cerrado la agencia oficial de noticias Télam. La Policía de la Ciudad, bajo la dirección de Jorge Macri, ejecutó este cierre en la oscuridad de la medianoche, vallando las oficinas de la agencia y dejando a los trabajadores sin acceso a su lugar de empleo.

El Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) denunció este acto como uno de los ataques más graves a la libertad de expresión en los últimos 40 años de democracia. La valla policial, desplegada estratégicamente mientras los trabajadores cerraban la edición del domingo, buscaba evitar cualquier muestra de solidaridad y resistencia por parte de los empleados.

En la madrugada del lunes, los trabajadores se enfrentaron a otra dura realidad: recibir un correo electrónico firmado por el interventor Diego Chaher, dispensándolos de prestar sus servicios durante siete días. Una decisión tomada de manera unilateral y sin consulta, dejando en la incertidumbre el futuro de los 700 empleados de la agencia, incluyendo periodistas, fotógrafos y personal administrativo.

La libertad de prensa no avanza

El presidente Javier Milei justificó el cierre durante su discurso de apertura de sesiones ordinarias, acusando a Télam de haber sido utilizada como una “agencia de propaganda kirchnerista” en las últimas décadas. Sin embargo, la abrupta medida ha levantado críticas y cuestionamientos sobre la verdadera naturaleza de esta clausura, especialmente al no estar respaldada por un decreto oficial ni una ley del Congreso.

La situación se agrava con la caída del sitio web de Télam, ahora reemplazado por un mensaje que proclama una “reconstrucción”, dejando en suspenso la posibilidad de acceso a información veraz por parte de la sociedad. Con 27 corresponsalías y alrededor de 50 cronistas y fotoreporteros, el cierre de Télam afecta no solo a sus trabajadores, sino también a la diversidad de medios que dependen de sus servicios.

El abrazo simbólico programado para este mediodía en defensa de la agencia refleja la resistencia de aquellos que consideran vital la existencia de una prensa libre e independiente. En un país que ha atravesado momentos críticos en su historia, este episodio plantea interrogantes sobre el compromiso del gobierno con la libertad de expresión y el respeto a la diversidad de voces en el ámbito periodístico, a pesar del discurso libertario del presidente ultraderechista.

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