Corea del Sur: Nuevo brote de coronavirus vinculado a una iglesia evangélica

Corea del Sur ha venido logrando contener el avance del brote del coronavirus con duras medidas y restricciones, además de la colaboración generalizada de la ciudadanía.

Sin embargo, este lunes medios locales informaron de un nuevo brote vinculado a una iglesia evangélica neopentecostal cuyos líderes y feligreses habrían hecho caso omiso de las recomendaciones y restricciones del gobierno.

La iglesia Grace River, en la localidad de Seongnam, a unos 20 kilómetros al sur de Seúl, cerró el domingo sus puertas después de que 135 de sus fieles dieran positivo en las pruebas de detección del coronavirus COVID-19. Entre los afectados están el pastor y su esposa.

Esta congregación religiosa siguió realizando sus reuniones a pesar de los llamados del gobierno a evitar cualquier aglomeración.

Se han detectado 40 nuevos casos de contagio en esta iglesia, afirmaron las autoridades de la ciudad de Seongnam. Se suman a otros seis diagnosticados anteriormente.

 

Iglesias y sectas en la mira

Más del 60% de los más de 8.200 casos de COVID-19 que se han detectado en Corea del Sur están vinculados a la Iglesia de Jesús de Shincheonji, una organización considerada por algunos una secta radical.

Una de sus adeptas había asistido a cuatro celebraciones religiosas en la ciudad de Daegu, a unas dos horas en tren desde Seúl, antes de ser diagnosticada como portadora del COVID-19. Los Centros coreanos para el control y la prevención de enfermedades (KCDC) informaron el lunes de 74 nuevos casos en todo el país. Una cifra inferior a 100 por segundo día consecutivo.

La cifra de muertos en todo Corea del Sur se mantiene en 75, dado que no se han reportado nuevos decesos en varios días.

Las vacaciones escolares se han prolongado por tiempo indefinido y se han suspendido cientos de actividades culturales, deportivas y religiosas. Hasta el domingo, las autoridades sanitarias habían realizado más de 250.000 pruebas.

Medios locales difundieron un video en el cual se ve a los líderes de la iglesia Grace River disparando agua con sal en la boca de personas infectadas asegurando que eso los iba a curar.