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Nuevas sanciones sobre Cuba provocan racionamiento de alimentos

Productos como pollo, huevos, arroz, porotos y otros se venderán en cantidades controladas a cada uno de los ciudadanos. Es la nueva consecuencia del endurecimiento de las sanciones sobre la isla.

Una calle de La Habana, Cuba. Foto: Pixabay
Una calle de La Habana, Cuba. Foto: Pixabay

Ya son varios meses seguidos de desabastecimiento de productos de primera necesidad en el mercado cubano, después de que nuevas sanciones fueran impuestas sobre la isla. Lo que más falta es alimentos básicos que, desde ahora, serán racionados a toda la población.

“Regular el producto es vender cantidades limitadas, que permitan (…) que haya una equidad en la distribución, que (…) pueda acceder mayor cantidad de personas al producto, y también para evitar el acaparamiento, que es un flagelo con el cual estamos conviviendo”, declaró la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz, a un canal de televisión estatal.

Según las autoridades gubernamentales, el desabastecimiento general es consecuencia de una crisis de liquidez financiera, que provocó que el país esté ahora adeudando unos US$1.500 millones a diciembre de 2018, pero consideran que la principal causa es el recrudecimiento del embargo y las sanciones interpuesta por Estados Unidos que complican las operaciones comerciales.

Productos como huevo, aceite, pollo congelado, arroz, frijoles, salchichas y chícharos, así como jabones, detergentes y pasta dental, será vendidas en cantidades estrictamente controladas para garantizar que todos puedan acceder a ellos. Por ejemplo, el pollo congelado será limitado a un máximo de cinco kilos por persona por venta.

Presión estadounidense

La ministra Díaz dijo que el racionamiento se debe a que muchos productos «dependen de importaciones que vienen de Estados Unidos y eso ha hecho que se haya tenido que buscar alternativas para poder asegurar el producto en el mercado».

Desde hace años, los cubanos pueden acceder a los productos de la canasta básica a precios subsidiados por el Estado. Estos se venden a través de una cartilla de racionamiento conocida como «la libreta». Aparte, otra gran cantidad de productos agrícolas e industriales se venden fuera de esta cartilla a precios regulados pero mayores que los de la canasta. Estos últimos son los que sufren las nuevas regulaciones anunciadas.

La tercera forma de comprar es en los supermercados estatales con efectivo, pero ahí los productos se encuentran a precios más altos. Según publica AFP, en estos se reportan en los últimos días desabastecimiento y largas filas.

Los cubanos comparan este momento con el denominado «Periodo Especial», un lapso entre 1989 y 1993, en el momento en que la Unión Soviética estaba colapsando. Cuba perdió casi todos sus vínculos de comercio y apoyo económico exterior, y el PIB cayó casi un 35% en ese lapso.

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