Franceses se manifiestan contra el ascenso del antisemitismo

Miles de personas marcharon este martes en varias ciudades de Francia bajo el lema «Basta ya», para mostrar su rechazo al antisemitismo.

La movilización surgió en respuesta a los repetidos actos antisemitas que tuvieron lugar en los últimos días en ese país. El más reciente, la profanación de más de 80 tumbas en el cementerio judío de Quatzenheim, cerca de Estrasburgo, en el este del país. Las tumbas fueron pintadas con esvásticas nazis azules y amarillas.

La Plaza de la República de París dio lugar a la mayor movilización que fue organizada por el Partido Socialista (PS), al que se sumaron al menos quince formaciones políticas. La ultraderechista Agrupación Nacional de Marine Le Pen, no fue invitada. El primer secretario del PS, Olivier Faure, dijo que toda la historia del partido de Le Pen está vinculada al antisemitismo y el racismo.

“Desde enero de 2018 se ha instalado en Francia un inquietante clima de ansiedad. Más allá del antisemitismo islamista, asistimos a un resurgimiento de la extrema derecha identitaria virulenta que no duda en pasar al acto”, dijo Frédéric Potier, delegado interministerial contra el racismo, el antisemitismo y el odio anti LGTB, citado por el diario francés Le Monde.

Por su parte el presidente Emmanuel Macron aseguró: “tomaremos acciones, promulgaremos leyes y castigaremos a los responsables”.

“Cada vez que un ciudadano francés es insultado, amenazado o, peor aún, herido o asesinado por ser judío, es la República que es atacada”, dijo.

Avance del antisemitismo

Según el gobierno francés en 2018 hubo un avance del antisemitismo en el país. El número de actos de odio hacia la comunidad judía se dispararon un 74% en Francia el año pasado, totalizando 541, frente a 311 en 2017, según cifras publicadas la semana pasada por el ministerio del Interior.

El pasado sábado durante una nueva jornada de protesta de los denominados chalecos amarillos un grupo de personas reconocieron en la calle al escritor y filósofo Alain Finkielkraut, y lo llamaron entre otras cosas “sionista de mierda”.

Mientras que una esvástica fue pintada sobre un retrato en París de la fallecida ex ministra Simone Veil, sobreviviente de un campo de exterminio nazi durante la Segunda Guerra Mundial, y dos árboles que habían sido plantados en un suburbio de París a la memoria de un joven judío asesinado en 2006 fueron hallados destrozados.