MARCOS EDUARDO RAMOS

Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron aparición de nieto 128

La organización argentina emitió un comunicado en el cual anunció que había aparecido el hijo de Rosario del Cármen Ramos, que estuvo desaparecido 42 años.

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Las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron que ha aparecido un nuevo nieto, el número 128 desde que la organización inició la búsqueda de hijos y nietos que fueron separados de sus familias biológicas durante la dictadura.

Se trata de Marcos Eduardo Ramos, hijo de Rosario del Carmen Ramos, quien fue separado hace 42 años y vivió una vida totalmente cambiada desde que ambos fueron secuestrados en San Miguel de Tucumán, cuidad de la que eran oriundos.

«Rosario nació el 6 de octubre de 1948 en El Diamante, Santiago del Estero. Tenía ocho hermanos y una hermana y su familia la llamaba “Charo”. Ya en Tucumán se casó con Ismael Amado Suleiman, con quien tuvo a sus dos primeros hijos: Ismael y Camilo. Rosario era una activa militante del PRT. Luego de separarse de su marido, fue secuestrada a principios de 1976, estando embarazada, en un operativo realizado por las fuerzas de seguridad en la zona del viejo cargadero de caña de la localidad de San José. La mantuvieron cautiva varias semanas hasta que fue liberada. Su tercer hijo, Marcos Eduardo Ramos, nació el 9 de junio de 1976″, detallaron las Abuelas en el comunicado.

En el mes de noviembre de 1976 las fuerzas de seguridad de la dictadura realizaron una serie de operativos ilegales en la capital de Tucumán, en uno de estos eventos fue secuestrada Rosario del Carmen. Lo último que se supo de ella en ese momento es que fue llevada en un Ford Falcon blanco a un destino desconocido. Camilo en ese momento se encontraba al cuidado de su padre, pero Ismael y Marcos, que vivían con su madre, fueron llevados a una casa quinta ubicada en Tafí Viejo. Esa fue la última vez que Ismael vio a su hermano menor. Luego de permanecer una semana allí, Ismael fue trasladado a otro domicilio en Tucumán, del que escapó muchas veces, hasta que en una ocasión logró ubicar a su tío paterno, quien dio aviso sobre su paradero al padre del niño. Así lograron recuperarlo. Desde entonces sabe que tiene un hermano menor que fue secuestrado. Rosario continúa desaparecida.

Celebración

Para las Abuelas de Plaza de Mayo y todos los argentinos, cada vez que aparece un nieto es todo un acontecimiento y es celebrado.

Este nuevo final feliz se dio gracias a que Ismael, hermano de Marcos, se acercó a la Comisión Nacional por el Derecho a la identidad (CONADI) en 1999 y contó que «en 1976 había sido secuestrado junto a su hermano y su madre y que nunca más había sabido de ellos».

Adicionalmente, en 2013 se recibió una denuncia en el Fondo Permanente de Recompensas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, con información que señalaba a un joven como hijo de desaparecidos, el cual había sido retenido de forma ilegítima por una persona imputada por crímenes de lesa humanidad en la provincia de Tucumán.

Estos datos novedosos fueron entregados a la Unidad Especializada para Casos de Apropiación de Niños durante el Terrorismo de Estado, del Ministerio Público Fiscal, que inició una investigación para profundizar los datos contenidos en la denuncia. Tras verificar que resultaba probable que el joven efectivamente fuera hijo de desaparecidos, remitió la investigación a la Fiscalía Federal N° 1 y a la Oficina local de la Procuraduría de Crímenes Contra la Humanidad de Tucumán, quienes a su vez dieron intervención al Juzgado Federal Nro. 1. Así se pudo encontrar a Marcos, quien accedió voluntariamente a realizarse los exámenes de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos, luego de que el juez ordenara tomar las respectivas muestras.

«Marcos es el segundo nieto restituido en esta provincia. Las fosas comunes descubiertas e investigadas allí en las que se identificó a más de un centenar de desaparecidos y desaparecidas, junto a la comprobación de la existencia de un capítulo local del plan sistemático de apropiación de niños y niñas, vuelven a colocarla ante la evidencia del horror. El caso de Marcos debería contribuir a acabar con el negacionismo, la justificación y el olvido que subsisten en parte de la sociedad y, en particular, en Tucumán. También, demuestra la importancia de fortalecer a los organismos que desde el Estado intervienen en el esclarecimiento de estos delitos de lesa humanidad», concluyó Abuelas.

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