TENSIÓN BILATERAL

Reino Unido expulsa a 23 diplomáticos rusos por el caso Skripal

La primera ministra Theresa May anunció este miércoles la expulsión de 23 diplomáticos rusos en respuesta al envenenamiento del exespía Serguéi Skripal, del que responsabiliza a Rusia.

Reino Unido expulsa a 23 diplomáticos rusos por el caso Skripal
Reino Unido expulsa a 23 diplomáticos rusos por el caso Skripal

La tensión entre el Reino Unido y Rusia aumentó este miércoles con la expulsión de diplomáticos rusos del territorio británico.

El pasado lunes la primera ministra Theresa May afirmó que era «muy probable que Rusia fuera responsable» del envenenamiento, del exagente de Inteligencia ruso Serguéi Skripal y su hija en ciudad de Salisbury el pasado 4 de marzo. Y según manifestó para ese fin se utilizó «un agente neurotóxico de uso militar del tipo producido en Rusia».

Tras esa afirmación la premier dio a Moscú un ultimátum de 36 horas exigiendo explicaciones. La jefa del Gobierno británico destacó que el ataque fue un acto directo del Estado ruso contra el Reino Unido o el Gobierno ruso permitió que este agente tóxico cayera en las manos equivocadas.

Sin embargo Rusia no proporcionó la información solicitada argumentanto que no recibió ninguna muestra del agente neurotóxico utilizado contra Skripal. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, manifestó que «la posición de Moscú es conocida y se la hemos comunicado a Londres por los canales diplomáticos, y se resume en que no tenemos ninguna relación con lo sucedido en Gran Bretaña». A su vez aseguró que Rusia considera inaceptables las acusaciones sin pruebas «y tampoco acepta el lenguaje de ultimátums».

Este miércoles el Reino Unido ha decidido expulsar a 23 diplomáticos rusos y suspender todos los contactos bilaterales de alto nivel con Moscú por ese caso, así lo anunció May, ante el Parlamento. Se trata de «la expulsión singular más grande en más de 30 años», precisó la premier que agregó que los 23 diplomáticos han sido identificados como «agentes de inteligencia no declarados» y les dio una semana para abandonar el país.

El Reino Unido también ha retirado una invitación al ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, para acudir a Londres. May afirmó que Rusia es «culpable» del incidente con Skripal y calificó a las acciones de Rusia en este caso de «uso ilegal de fuerza» para con el Reino Unido.

«Cortar por completo el diálogo entre Rusia y el Reino Unido no está en los intereses nacionales del país, pero las relaciones no serán las mismas», advirtió May. «Muchos rusos hacen una contribución valiosa a este país y van a ser bienvenidos. Pero para aquellos que quieran perjudicarnos, el mensaje es claro: no son bienvenidos», aseveró la líder británica.

May adelantó que su Gobierno va a redactar una nueva legislación antiespionaje y aumentará los controles de los ciudadanos rusos que entren en el país.

«Vamos a reforzar los controles de los aviones privados y endurecer las inspecciones en las aduanas y en el control del transporte de mercancías», detalló.

Al tiempo que se afirmó que agregarán nuevas enmiendas al estilo Magnitski en el proyecto de ley de sancionesexistente. El proyecto de ley prevé la prohibición de visados y la congelación de activos de las personas acusadas de violar los derechos humanos.

Dicho proyecto fue presentado por laborista Ian Austin, y ya ha pasado por una primera lectura. La segunda lectura está prevista para junio de este año.

El Reino Unido también congelará las cuentas estatales de Rusia en el país si halla pruebas de que puedan ser utilizadas «para amenazar la vida y la propiedad de ciudadanos británicos», agrego May en si declaración ante el Parlamento. Mientras que anunció que los altos funcionarios británicos y los miembros de la familia real no acudirán al Mundial de Rusia 2018.

Reacción de Rusia

El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso reaccionó a la expulsión de los diplomáticos de su país y a las declaraciones de May sobre el caso Skripal.

Desde la Cancillería rusa consideran que las palabras de May son «inaceptables e indignantes» y corresponden a una «provocación brutal sin precedentes» que socava las bases de un adecuado diálogo intergubernamental.

A su vez advierten que las medidas de respuesta de parte de Moscú «no se harán esperar».

El embajador ruso en el Reino Unido, Alexánder Yakovenko, comunicó al Ministerio de Exteriores británico que Rusia lamenta este traspié en las relaciones bilaterales, pero enfatizó que toda la responsabilidad al respecto recae sobre Londres.

El canciller ruso Serguéi Lavrov, había tachado de «propaganda» las acusaciones que vinculaban a Moscú con el envenenamiento del doble agente ruso Serguéi Skripal.

«No es serio, es pura propaganda, una pura escalada de histeria», aseguró Lavrov tras las primeras acusaciones.

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