Duterte anuncia la retirada de Filipinas de la Corte Penal Internacional

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, anunció este miércoles que su país se retirará del tratado en el que se sustenta la Corte Penal Internacional, institución que está investigando su polémica guerra contra las drogas.

«Declaro e inmediatamente doy aviso, como presidente de la República de Filipinas, de que Filipinas retira con efecto inmediato su ratificación del Estatuto de Roma [la carta fundacional de la CPI]», aseguró el mandatario a través de un comunicado.

En este escrito, el jefe de Estado filipino acusó a la Corte de tratar de imponer su jurisdicción sobre él en una supuesta violación de la presunción de inocencia, más de un mes después de que la CPI iniciara un análisis preliminar para investigar la campaña antidroga llevada a cabo por su Gobierno desde que asumió el poder en 2016.

Para el presidente filipino el organismo violaría su soberanía nacional si somete a juicio la guerra antidroga, ya que la jurisdicción de esta materia pertenece a los tribunales locales, argumenta.

De todas maneras, a pesar del anuncio y de su efecto inmediato, de acuerdo con el Estatuto de Roma, la retirada de un Estado miembro de la CPI solo puede hacerse efectiva un año después de que el secretario general de las Naciones Unidas haya recibido la notificación escrita de la retirada.

Contra los funcionarios de DD.HH.

La decisión del mandatario asiático llega después de que el jefe de Derechos Humanos de la ONU, Zeid Ra’ad al Hussein, afirmara que el presidente de Filipinas necesita una «evaluación psiquiátrica» tras sus comentarios contra funcionarios de ese órgano y de la Corte Penal Internacional de La Haya, entidad que podría investigar a Duterte por haber causado la muerte de más de 7000 personas en el marco de su campaña antidrogas.

Duterte cargó contra los investigadores en derechos humanos de la ONU que indagan sobre su polémica lucha contra las drogas y expresó: «si estos tontos vienen aquí, ¿hay cocodrilos aquí? ¿Los que comen personas? Tírenles a esos hijos de puta», aseveró.

Además, el mandatario filipino aconsejó a sus funcionarios sobre cómo proceder ante los cuestionamientos por parte de organismos internacionales: «Cualquier declaración o respuesta que den puede incriminarles […] la mejor opción es simplemente guardar silencio».