Presidente de Burundi encarcela a funcionarios por un amistoso de fútbol

el presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, es un cristiano evangélico «nacido de nuevo» que pasa gran parte de su tiempo viajando por Burundi con su propio equipo de fútbol, Haleluya FC. Lo acompaña también su propio coro eclesial «Komeza gusenga», que significa «orar sin parar» en el idioma local.

El 3 de febrero, su equipo se enfrentó a una escuadra local de la ciudad norteña de Kiremba. Normalmente, la oposición es consciente de que están jugando contra el presidente del país, y se ha dicho que lo más fácil es que se permita que Nkurunziza anote. No hay que enojarlo.

El equipo de Kiremba estaba conformado en su mayoría por refugiados de la República Democrática de El Congo que no sabían que jugaban contra el presidente de Burundi. «Atacaron cada vez que tenían el balón y lo hicieron caer varias veces. Estos congoleses obviamente no conocían al presidente Nkurunziza porque lo maltrataron durante el partido», dijo un testigo a la AFP.

A la cárcel

El DT del equipo de Kiremba, Cyriaque Nkezabahizi, así como su asistente, Michel Mutama, fueron encarcelados el jueves, informó AFP citando a una fuente judicial que dijo que habían sido arrestados bajo cargos de «conspiración contra el presidente».

Los críticos dicen que se le permite anotar varios goles falsos durante cada partido, sin que ningún jugador se atreva a tomarlo en serio.

 

El presidente de 54 años, ex profesor de deportes en la Universidad de Burundi, continúa practicando natación y ciclismo y juega hasta tres partidos de fútbol por semana.

Sentado en el poder desde 2005, Nkurunziza está impulsando un referéndum en mayo próximo con el que pretende introducir cambios a la constitución que le permitirían participar en las elecciones de 2020.