Marchas y contramarchas en Bolivia por la reelección de Evo

Las marchas a favor de Morales se repitieron en casi todo el país. “Estas marchas y concentraciones son para defender el ‘proceso de cambio’ (política de gobierno)”, dijo el dirigente vecinal oficialista Rubén Chambi.

El mandatario por su parte manifestó a través de su cuenta de Twitter: “Sorprendido y agradecido por la masiva concentración de decenas de miles de hermanos de Santa Cruz que ratifican su apoyo decisivo a la estabilidad y continuidad del proceso de cambio. Ante la guerra sucia de falsedades se escucha con fuerza la voz del pueblo que expresa la verdad”.

Agradecer al pueblo de Bolivia que hoy se manifestó en varias ciudades para dar su apoyo y respaldar a la Revolución Democrática y Cultural y al Proceso de Cambio. Su cariño me compromete a seguir trabajando por nuestra Patria. pic.twitter.com/aGkN99QPyF

— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) 22 de febrero de 2018

Las movilizaciones de ambos lados se llevaron a cabo a dos años del referéndum sobre la reelección indefinida, votación en la que los ciudadanos rechazaron con 51% de la reelección. Los simpatizantes de Morales denominaron a ese día «Día de la Mentira», bajo el argumento de que el resultado contrario al mandatario se dio tras una campaña de desprestigio de la oposición, que recurrió a aspectos de la vida privada del presidente.

A pesar del resultado en 2017 el oficialismo recurrió al Tribunal Constitucional para permitir una nueva candidatura del presidente. El TC falló a favor de Morales al entender que la Convención Americana de los Derechos Humanos suscripta por el país prima sobre la propia Constitución y la ley electoral bolivianas, que limitan a dos los mandatos consecutivos, por lo que Morales puede ser candidato en las próximas elecciones.

Paro cívico

La oposición por su parte convocó a un paro y movilización en La Paz, la capital boliviana y en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, donde los manifestantes instalaron un gran muñeco inflable con la imagen del ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva vestido con un traje a rayas.

Uno de los voceros de la manifestación explicó que el muñeco es un mensaje al mundo y al Movimiento al Socialismo (MAS) que gobierna el país.

Bajo la consigna de «NO es NO» organizaciones ciudadanas y partidos de oposición convocaron la protesta para reclamar que se respete el resultado del referendo del 21 de febrero de 2016.

Alfredo Rada, el ministro de Gobierno de Bolivia tildó al paro cívico de «fracaso» y dijo que incluso en las ciudades donde se registró mayor presencia de manifestantes, como Santa Cruz (este) y Tarija (sur), los productores e industrias realizaron sus actividades con “absoluta normalidad”.

A su entender los sectores opositores y supuestos colectivos sociales se equivocaron al convocar a una movilización nacional “de forma apresurada y empañada” por intereses políticos.

“Hoy no hubo ningún paro cívico nacional, desde nuestro punto de vista, la oposición, la derecha, estos colectivos, se han equivocado al hacer semejante convocatoria y no poder plasmarla en la realidad” (…) No hubo ningún paro cívico nacional, de las características que ellos ofrecieron, con esos alcances y de esa magnitud”, manifestó.