VENEZUELA

Maduro propone un «diálogo regional» para la «reunificación de América Latina y el Caribe»

El presidente de Venezuela propuso una cumbre regional con los países de América Latina y el Caribe para restituir el "diálogo latinoamericano" y "las normas de respeto al derecho internacional", en respuesta a la Declaración de Lima que condena la "ruptura del orden democrático" en el país caribeño y apoya la aplicación de la Carta Democrática Interamericana a Venezuela.

Maduro propone un diálogo regional para "restituir las normas de respeto al derecho internacional".
Maduro propone un diálogo regional para «restituir las normas de respeto al derecho internacional».

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, propuso este martes un «diálogo regional» basado en el respeto con los países de Latinoamérica que le acusan de una «ruptura» de la democracia.

Durante su intervención en la VI Reunión Extraordinaria del Consejo Político del ALBA-TCP, llevada a cabo este martes en la Casa Amarilla, en el centro de Caracas, Maduro propuso a los países del ALBA que convoquen a una cumbre de «reunificación de América Latina» para «restituir el diálogo latinoamericano y las normas de respeto al derecho internacional».

«Venezuela está abierta ante el mundo para instalar un gran diálogo, un acuerdo de paz», señaló.

«La derecha continental rompió las reglas de juego de la convivencia», consideró Maduro al tiempo que agregó que «hace falta un diálogo regional».

El mandatario propuso iniciar un diálogo «con los gobiernos de México, Colombia, Perú, Argentina, no sé si Brasil porque no hay Gobierno legítimo, Chile, Paraguay, como punto único, restituir las normas de respeto al derecho internacional y los principios consagrados y vigentes de la carta fundacional de nuestra comunidad de Estados y caribeños».

A su vez repudió las posturas de aquellos países que dentro de la Organización de Estados Americanos (OEA) se han pronunciado en contra del orden democrático venezolano, como parte de lo que ha calificado de proceso «intervencionista» y «desestabilizador».

Maduro propuso que sea San Salvador, ciudad en la que se va desarrollar la III Cumbre la CELAC y la Unión Europea (UE) en octubre de este año, como el lugar para la cumbre de reunificación de América Latina y el Caribe.

“Estoy listo para defender a Venezuela frente al mundo (…) quieren revertir el camino de América Latina, la fuerza emancipadora de la CELAC, quieren imponernos la fuerza esclavizadora de la Organización de Estados Americanos (OEA)», denunció y afirmó «la OEA ha fracasado y va a seguir fracasando en su intento de intervenir a Venezuela, no han podido ni podrán con Venezuela ni con América Latina y el Caribe.

«No podemos permitir que se destruya a los pueblos», dijo y agregó que «los pueblos quieren que nos respetemos. Los pueblos quieren que se restituya lo que existió hace unos años atrás, donde los gobiernos de izquierdas éramos amplia mayoría y no se perseguía a ningún gobierno de derecha».

Cumbre en Lima

Por otro lado este martes se llevó a cabo una cumbre de cancilleres y representantes de países de América y el Caribe en Lima donde se denunció una “ruptura del orden democrático en Venezuela” y se anunció que “no reconocerán a la oficialista Asamblea Nacional Constituyente ni los actos que emanen de ella por su carácter ilegítimo”. También decidieron no apoyar ninguna candidatura venezolana en mecanismos y organizaciones regionales e internacionales.

La declaración final firmada por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Panamá, Paraguay y Perú manifiesta su “pleno respaldo y solidaridad” con la Asamblea Nacional (Parlamento) de mayoría opositora, que fue “democráticamente electa”. Uruguay, Granada y Santa Lucía que participaron de la cumbre fueron los únicos países que no firmaron la declaración.

El documento fue presentado por el canciller peruano, Ricardo Luna, quien afirmó que “lo ocurrido en Venezuela” en los últimos días “es un quiebre decisivo” en la situación política, y que “lo que tenemos ahora es que Venezuela es una dictadura”.

La declaración también respalda la decisión de “continuar la aplicación de la Carta Democrática Interamericana a Venezuela” y expresa su apoyo al MERCOSUR por su decisión de suspender a Venezuela en aplicación del Protocolo de Ushuaia.

A su vez solicitaron a la presidencia protémpore de la CELAC y a la Unión Europea suspender la cumbre prevista entre ambas organizaciones para octubre de 2017 «hasta que se solucione esta crisis».

Por su parte los países miembros del ALBA respondieron al pronunciamiento de los cancilleres en la Declaración de Lima y afirmaron que ninguna de sus sanciones favorecen al pueblo y solo generan más inestabilidad.

“Estas acciones contra Venezuela no conducen a ninguna solución que favorezca al pueblo y solo tienen como objetivo generar más inestabilidad y alentar a los sectores más violentos de la oposición”.

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