RÉGIMEN CHAVISTA

Nicolás Maduro avanza con la Constituyente; oposición hace un llamado a la resistencia

Mientras Nicolás Maduro avanza con toda la fuerza hacia la reforma de la Constitución Política venezolana, el país sigue hundiéndose en una crisis alimentaria, económica y de salud. El ejecutivo tilda a los opositores de "golpistas" y estos a su vez tachan a Maduro de "dictador".

Foto: Alejandro Forero Cuervo - Flickr
Foto: Alejandro Forero Cuervo – Flickr

El Gobierno de Nicolás Maduro avanza sin miramientos hacia la Asamblea Constituyente, a realizarse este domingo en todo el país, con el fin de reformular los poderes del Estado de la forma más conveniente posible para el país, según afirma el mismo Maduro, pero con serias dudas y presiones desde la comunidad internacional y fuertes protestas que ya sobrepasan los 110 días ininterrumpidos y un número casi semejante de fallecidos.

Tras la Constituyente, la nueva cámara Asamblea Nacional -el único poder de amplia mayoría opositora y elegido hace menos de dos años- será reconfigurada en condiciones totalmente distintas. 

Permitirle a Maduro avanzar con su Asamblea Constituyente sería trágico para Venezuela”, declaró al diario El País de España José Miguel Vivanco, director para las Américas de la ONG Human Rights Watch. “Le permitiría no sólo perpetuarse en el poder, sino contar con un séquito de seguidores que se encargarán rápidamente de desmantelar las pocas instituciones independientes que quedan en pie, como la Asamblea Nacional o el Ministerio Público, suspender elecciones y continuar con el espiral de violencia y represión”.


La comunidad internacional sigue condenando el proceder del régimen de Caracas, siendo Estados Unidos uno de los principales detractores de lo sucedido en los últimos tres meses y medio. Al Ejecutivo venezolano no le ha gustado para nada las intervenciones internacionales, y ha acusado en varias ocasiones a Estados Unidos de ser «imperialista» y «golpista», así como de estar gestando distintas tramas para derrocarlo, de la mano de los movimientos opositores.

México y colombia ya han expresado su descontento con el régimen de Maduro así como con los reiterados episodios de violencia.

Este sábado surgió la más reciente condena a la situación venezolana, proveniente del Gobierno de Panamá, que emitió un comunicado de prensa en el que respalda «los esfuerzos que realiza la comunidad internacional por defender el orden democrático y la paz social en Venezuela».

El ejecutivo del país canalero «ha decidido respaldar las medidas tomadas por el gobierno de Estados Unidos de América de imponer sanciones a funcionarios venezolanos que impulsan la convocatoria a una Asamblea Constituyente».

MERCOSUR emitió un pronunciamiento comedido y distanciado en su última cumbre, realizada a inicios de julio en Mendoza, Argentina. El bloque sudamericano hizo un «urgente llamado al cese de toda violencia y a la liberación de todos los detenidos por razones políticas, instando al restablecimiento del orden institucional, la vigencia del Estado de derecho y la separación de poderes, en el marco del pleno respeto de las garantías constitucionales y los derechos humanos».

En dicha reunión se desató la polémica tras retirarse la bandera de Venezuela de la sala de reuniones principal, una decisión que fue tomada por los cuatro países fundadores (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y la organización de la actividad solamente siguió la orden.

Por su parte, Tabaré Vázquez y Evo Morales (Bolivia) no aceptaron que el bloque le diera ningún ultimátum político a Venezuela. Ambos consideran que hay que explorar y agotar otras vías diplomáticas antes de tomar decisiones más extremas.

 

Manifestaciones no cesan este fin de semana

La Mesa de Unidad Democrática (MUD) hizo un llamado nacional a seguir manifestándose en las calles este sábado y domingo, a pesar de que el Gobierno prohibiera las marchas y protestas con miras a la realización de los comicios. «Maduro, te pusiste la soga al cuello, te jugaste la última carta, el que te lo recomendó, te está empujando al barranco», sentenció el líder opositor Henrique Capriles en una conferencia de prensa de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

La oposición emitió un comunicado en el que condenan la prohibición a la libre protesta, así como la detención de Barquisimeto alcalde Alfredo Ramos, uno de los líderes más importante de la oposición, siendo ya ocho los destituidos por el régimen.

La grave escasez de alimentos y medicinas, así como la inflación que, según el FMI, llegará al 720% a fin de año, han sumido al país en una de las más profundas crisis de su historia moderna.

Un país aislado

La semana pasada, las líneas aéreas Avianca y Delta Airlines anunciaron que no volarán a Venezuela aduciendo medidas de seguridad ante la alzada de violencia y la fuerte tensión en el camino a la Constituyente del domingo. Delta puso en stand-by su vuelto Atlanta-Caracas, y Avianca hizo lo mismo con sus viajes diarios desde Bogotá y Lima «debido a limitaciones operativas y de seguridad».

Este sábado, Iberia y Air France anunciaron que suspenderán sus vuelos próximos hacia Venezuela. Iberia canceló la ruta Madrid-Caracas, programada para este domingo, mientras que Air France no operará su ruta París-Caracas, al menos los vuelos programados para el domingo 30 de julio y el lunes 1° de agosto.

Otras aerolíneas internacionales, como United, Air Canada, Lufthansa, Alitalia, Latam, Tiara Air, Lufthansa, GOL y Aeroméxico han ido eliminando paulatinamente vuelos desde y hacia ciudades venezolanas, también aduciendo complicaciones para garantizar la seguridad de las operaciones.

Todas las aerolíneas están tomando medidas distintas para compensar a sus clientes, ya sea reagendando sus viajes para otras fechas posteriores (sujeto a que se reanuden las rutas), cambiando el destino o solicitando la devolución del dinero.

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