Juez frenó alza de impuestos en combustibles decretada por Temer, quien es rechazado por el 94% de los brasileños

Un juez federal suspendió de forma cautelar el aumento de los impuestos sobre los combustibles, decretado la semana pasada por el presidente no electo de Brasil, Michel Temer.

El juez Renato Borelli explicó en su dictamen que «es obvio que el Estado necesita ingresos para desarrollar las actividades relacionadas con el bien común de la colectividad; sin embargo, para desempeñar tal actividad el Estado debe respetar y estar atento a las reglas relacionadas con los derechos fundamentales establecidos en el texto constitucional».

Borelli señaló que el Estado debió realizar el aumento mediante una ley federal y no a través de un decreto ejecutivo. A su vez citó como una de las irregularidades cometidas por el gobierno el no cumplimiento del plazo de 90 días para que una medida de esa naturaleza entre en vigor, ya que en este caso ocurrió de forma inmediata. Medios locales aseguran que la gasolina está siendo vendida a más de 4 reales el litro, lo que significa el mayor aumento en 13 años.

La medida suspende temporalmente el alza de los impuestos del combustible, y Abogacía General del Estado ya anunció que apelará la decisión.

El pasado jueves Temer firmó un decreto que establecía un aumento de impuestos sobre la gasolina, el diésel y el etanol, la elevación de las cuotas del Programa de Integración Social (PIS) y de la Contribución para el Financiamiento de la Seguridad Social (Cofins) sobre la gasolina, con el objetivo de recaudar unos 10.400 millones de reales (3.300 millones de dólares) adicionales a la renta de 2017, según explicó el gobierno.

También se anunció un nuevo recorte en los gastos previstos en el presupuesto del año.

La decisión del presidente despertó las quejas de usuarios y de empresarios, como la Federación de las Industrias del Estado de São Paulo (Fiesp), que hasta los momentos apoyaba las medidas políticas de Temer. La Fiesp rechazó el aumento del combustible al asegurar que no resolvería la crisis, sino por el contrario, la va agravar, sin embargo se mostró a favor del nuevo recorte en los gastos: “Todos saben que el camino correcto es cortar gastos, aumentar la eficiencia y reducir el desperdicio”, señaló el presidente de la entidad patronal, Paulo Skaf.

Rechazado por el 94% de los brasileños

Una nueva encuesta realizada por Ipsos Public Affairs reveló este martes que la aprobación del gobierno de Michel Temer lejos de mejorar continúa bajando. Según los nuevos datos presentados el 94% de los brasileños rechaza el gobierno que asumió el cargo tras la destitución de Dilma Rousseff, y el 95% cree que Brasil va por el rumbo equivocado.

El estudio indica que el sondeo fue realizado en la primera quincena de julio, antes del aumento de los impuestos sobre los combustibles que ha despertado gran rechazo en Brasil provocando incluso una medida cautelar para frenarlo.

La encuesta precisó que un 85% evalúa que la gestión de Temer es mala o pésima, mientras que solo el 2% la considera óptima o buena.

La anterior encuesta realizada en mayo mostraba un descontento del 93 %.

El director de Ipsos Public Affairs explicó que el descontento viene dado por “los efectos de la crisis política y la delación premiada de Joesley Batista, dueño de la carnicería JBS”.

Batista entregó a mediados de mayo una grabación en la que Michel Temer avala la compra del silencio del exjefe de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, condenando a 15 años de prisión por corrupción, que desató una crisis política en el gigante sudamericano. A raíz de ese audio y otras pruebas la Fiscalía de Brasil denunció a Temer por corrupción.

La denuncia está ahora en manos de la Cámara de Diputados que a principios de agosto deberá decidir si da lugar a un juicio penal contra el mandatario o si la archiva. En caso de dar luz verde a la misma Temer será suspendido por los 180 días que dura el proceso y destituido definitivamente en caso de ser hallado culpable.