CAROLINA DEL NORTE, EE.UU.

Iglesia evangélica acusada de esclavizar fieles brasileños en Estados Unidos

La congregación Word of Faith Fellowship, en Carolina del Norte, habría recibido personas enviadas desde Brasil para trabajar como esclavos.

Cuando André Oliveira tenía 18 años y atendió el «llamado del Señor» para dejar su pequeña iglesia en Brasil e irse para los Estados Unidos, a trabajar en la congregación Word of Faith Fellowship (Hermandad Palabra de Fe), no se imaginaría que le quitarían su pasaporte y dinero, supuestamente para mantenerlo «seguro». Haciendo eco del nombre de la secta, André tuvo fe en ellos.

La sede de Carolina del Norte es la casa matriz de un gran número de iglesias alrededor del mundo, y en sus ostentosas instalaciones el joven afirma que fue obligado a trabajar 15 horas diarias sin paga, primero limpiando bodegas y galpones en la hermética secta religiosa cristiana, y luego en negocios propiedad de poderosos ministros. Cualquier falta de respeto a las órdenes o autoridad de alguno de los pastores o líderes derivaba en reacciones iracundas, golpizas y humillaciones públicas desde el púlpito frente a la congregación.

“Fuimos traídos de contrabando. Ellos sabían lo que hacían. Necesitaban mano de obra y nosotros éramos mano de obra barata… más bien, mano de obra gratuita”, afirmó Oliveira a la prensa. Las acusaciones se desprenden de una investigación de los periodistas Mitch Weiss, Holbrook Mohr y Peter Prengaman, de la agencia de noticias Associated Press (AP).

Thiago Silva fue otro de los afectados. En 2001 abordó con ilusión el avión desde Belo Horizonte hacia Carolina del Norte, sin saber que se encontraría con una imagen totalmente distinta a la que le habían pintado en los panfletos. Pensaba conocer Estados Unidos y hacer nuevos amigos con su visa de turista y el apoyo de la iglesia, pero no fue lo que esperaba. “Los brasileños vienen aquí para trabajar. Te digo, así es”, dijo Silva. Calificó el trato de “una violación a los derechos humanos”.

En sus indagaciones, AP encontró que Word of Faith utilizaba dos ramales de la iglesia en países latinoamericanos para canalizar un flujo constante de trabajadores jóvenes que entraban a los Estados Unidos con visa de turista o estudiante, y eran llevados a las instalaciones de la iglesia que se extienden por 14 hectáreas, ubicadas en Spindale, una zona rural de Carolina del Norte.

De acuerdo a la actual legislación estadounidense, los extranjeros que entren al país con visa de turista no pueden realizar trabajos remunerados. Los estudiantes tienen ciertas permisividades -que requieren trámites adicionales- pero no puede laborar jornadas completas, además de otras restricciones, pues se supone que su fin es estudiar. Word of Faith no hizo los trámites ni propició las condiciones para que los trabajos de estos últimos se dieran de forma legítima, según AP.

Las acciones de la iglesia habían sido denunciado por exfeligreses en el pasado reciente. En 2014, tres ex miembros denunciaron ante el vicefiscal federal que los inmigrantes brasileños eran obligados a trabajar sin sueldo ni prestaciones laborales. “¿Y golpean a los brasileños?”, preguntó Jill Rose, ahora fiscal en Charlotte. “Definitivamente”, respondió uno de los exfeligreses. Los ministros “casi siempre los traen acá para que trabajen gratis”, aseguró otro.

Los hombres eran puestos a hacer labores de albañilería, mientras que a las mujeres se les ponía a trabajar en la guardería infantil y en la escuelas primaria y secundaria, según exmiembros. Uno de ellos declaró que una chica que llegó de Brasil solo tenía 12 años cuando fue puesta a trabajar en condiciones ilegales.

La iglesia niega las acusaciones

Las autoridades de migración de ambos países han afirmado que es imposible calcular la cantidad de personas traficadas por la iglesia, pero AP afirma que «varios cientos» de jóvenes brasileños.

Según material documental, fílmico y de audio en poder de AP, la iglesia realiza frecuentes prácticas violentas como golpes, bofetadas y asfixias, como supuestos intentos por «purificar» a los pecadores y así sacarles «los demonios» a golpes.

La iglesia se había visto envuelta en escándalos y críticas en el pasado por realizar «exorcismos» a gays para sacarles «el demonio de la homosexualidad».

Aunque los líderes o representantes de la secta se han negado a dar declaraciones a AP o a cualquier medio, han emitido comunicados de prensa por medio del blog de su página web.

«La totalidad de los artículos de AP apuntan a incitar los crímenes de odio contra nosotros en Word of Faith Fellowship. Hemos recibido múltiples amenazas. Parece que los acusadores no solo quieren las puertas de la iglesia cerradas, sino que también la de supuestos negocios. La iglesia no posee negocios pues esto es contrario a la ley. Si nos hacen esto a nosotros, ¿qué no le harán a usted y a los demás», expresa la iglesia en un comunicado de prensa.

«Hemos sigo blando de fanatismo religioso y persecución por décadas. Los medios unilaterales cuentan historias con titulares lascivos, estableciendo una línea narrativa e intentando achacarnos la etiqueta de «culto». Inevitablemente, distintas investigaciones gubernamentales siguieron, pero aún en la adversidad, nuestra iglesia y sus líderes han salido vindicados», aseguró el abogado Joshua B. Farmer, portavoz de la organización.

Otras decenas de supuestas víctimas dieron declaraciones a AP, que podrían ser presentadas en una acusación penal formal en el corto o mediano plazo.

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