Comenzó la segunda ronda de la negociación del Brexit en Bruselas

Los derechos de los ciudadanos, tanto de los europeos en Reino Unido como de los británicos en la UE, así como la factura de salida e Irlanda del Norte serán los temas centrales de la segunda ronda de la negociación del Brexit.

Comenzó la segunda ronda de de la negociación del Brexit en Bruselas. Foto: EFE
Comenzó la segunda ronda de de la negociación del Brexit en Bruselas. Foto: EFE

La Unión Europea (UE) y el Reino Unido comenzaron este lunes la segunda ronda de negociaciones en Bruselas para la retirada de los británicos del bloque comunitario. Las conversaciones se extenderán hasta el jueves y tratarán principalmente sobre los derechos de los ciudadanos, la factura de salida e Irlanda del Norte.

“Tuvimos un buen comienzo el mes pasado, pero ahora vamos a entrar en la esencia del asunto. Ahora es el momento de ponernos manos a la obra y hacer que esta negociación tenga éxito”, dijo el secretario de Estado británico para la salida de la UE, David Davis, en una rueda de prensa junto al jefe negociador de la UE, Michel Barnier.

Según Barnier esta segunda ronda de negociación permitirá entrar en “el arte de la cuestión”, donde se poderá «examinar y comparar» las propuestas de cada lado, ya que en la primera, celebrada en el pasado mes de junio sólo se fijó el calendario y el modo de trabajo para el futuro.

“Para nosotros es increíblemente importante que hagamos buenos progresos, que negociemos e identifiquemos las diferencias para que podamos lidiar con ellas, e identifiquemos las similitudes para que podamos reforzarlas”, dijo Davis.

Como parte del trabajo Londres y Bruselas han creado tres grupos de negociación que tendrán varias reuniones durante la semana para abordar de forma separada el tema de los derechos de los ciudadanos, el acuerdo financiero de salida, y otros temas relativos a la separación.

Los coordinadores por su parte “entablarán un diálogo político” sobre Irlanda del Norte y trabajarán sobre los asuntos relacionados con la aplicación del acuerdo del artículo 50 del Tratado de Lisboa, que es el que fija los términos de salida, recordó Barnier.

Las prioridades y las diferencias

Para esta etapa las prioridades son definir los derechos de los ciudadanos europeos en Reino Unido y los británicos en el bloque; cerrar el acuerdo sobre las obligaciones financieras de Londres tras su retirada y resolver la situación de Irlanda del Norte, con vistas a evitar una frontera “estricta” con la República de Irlanda.

Bruselas exige que antes de pasar a negociar la relación futura entre ambas partes, de mucho interés para Londres una vez «divorciados», debe haber “progresos suficientes” en esos tres temas catalogados como prioridad para el bloque.

La semana pasada Barnier advirtió sobre las “grandes diferencias” entre las propuestas sobre derechos de los ciudadanos entre las partes, y criticó que la posición británica “no permite la reciprocidad”, puesto que “somete a los europeos al derecho británico que impone restricciones, por ejemplo, para el acercamiento familiar”.

Sobre el acuerdo financiero para definir la “factura” que deberá pagar Londres para cumplir con los compromisos adquiridos como miembro también hay grandes diferencias, según algunos cálculos del bloque la cifra oscilará entre los 60.000 y 100.000 millones de euros.

Sin embargo el ministro británico de Asuntos Exteriores, Boris Johnson, Johson aseguró hace poco en el Parlamento británico que la UE podía “irse a tomar aire” si creía que su país iba a pagar una suma “exorbitante”.

Davis por su parte recordó a su Parlamento que el “Reino Unido tiene derechos y obligaciones” como miembro, pero prometió que trabajaría con la UE «para determinar un acuerdo justo”, y señaló que la UE también tiene obligaciones para con su socio.

La UE planea en principio que las negociaciones concluyan octubre de 2018, para que todas las partes puedan firmar el acuerdo antes del 29 de marzo de 2019, fecha en que se cumple el plazo de dos años previsto en los Tratados europeos para la salida de un Estado miembro. Si ese tiempo se cumple sin acuerdo, Reino Unido puede pedir una prórroga, que debe ser aprobada por todos los miembros del bloque, en caso de que no se le otorgue se concretará la salida tal como esté sin acuerdos claros sobre la futura relación.

Cabe recordar que la primera ministra británica, Theresa May apostó a consolidar su gobierno de cara a las negociaciones del Brexit adelantando las elecciones previstas para 2020 para junio de este año. Sin embargo, los cálculos le fallaron y lejos de afirmar su gobierno, May salió derrotada y los conservadores perdieron la mayoría absoluta en el parlamento lo que los trae a la negociación con la UE con una posición debilitada y cuestionada dentro de su propio Parlamento.

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