Esquemas de fraude piramidal: Claves para detectarlos y evitarlos

«Tú me das 10 mil pesos, y consigues dos personas que te den 10 mil pesos cada uno, y cada uno a su vez consigue dos personas que les den 10 mil pesos», y así hasta el infinito. Por ahí comienza un fraude piramidal, también conocido como «Esquema de Ponzi».

Generalmente no tiene mucho misterio: ofrecen altos retornos en poco tiempo, y se utiliza el dinero de los nuevos inversores para pagar supuestas jugosas ganancias a los más antiguos, y da la apariencia de que el negocio funciona.

El sistema funciona como un reloj suizo hasta el momento en que dejan de entrar nuevas víctimas. Entonces, todo se desploma porque, en el fondo, nunca hubo un mecanismo de generación de ganancias.

La flor de la abundancia

A finales del año pasado, se volvió viral en varios países de América Latina (incluyendo a Uruguay, por supuesto) la estafa piramidal «La flor de la abundancia», conocido también como «Tela de la abundancia», «El telar», «Célula de la gratitud» o «Rueda de la amistad».

La «flor» se componía de 15 pétalos y un centro, 15 personas en total divididas en cuatro niveles.

• Nivel Agua: El primer integrante (el «centro» de la flor), invita a unirse a dos personas más y es el beneficiario de todo el dinero y es quien organiza la cadena. También es llamado «recibir».
• Nivel Tierra: Los individuos reclutados atraen,, a su vez, a dos personas cada uno. Los tierra le dan una suma de plata al agua. Se le denomina «apoyo».
• Nivel Aire: Este es el tercer nivel, y en él todos los reclutas también invitan a dos personas cada uno, a que aporten la cantidad de plata que todos, excepto el fundador (agua) que no ha puesto nada nunca. Los aire se llaman «atraer».
• Nivel Fuego: Son los últimos de la cadena de estafa. Se les hace creer que deben «dar para recibir».

Una vez que los «Fuego» hacen su aporte, con la promesa de grandes réditos, el «Agua» recibe el total del dinero y la flor se completa. En ese momento, el ganador se retira del círculo y la flor se parte en dos, con las dos personas del siguiente nivel con la ilusión de que ellos son ahora el centro de su propia flor.

El truco está en que el esquema necesita de nuevos «donantes» de manera permanente para no desmoronarse, y en el instante en que alguno de los «Fuego» no logre encontrar los dos nuevos incautos, la estafa piramidal queda develada, y algunos empiezan a pedir su dinero invertido que, en realidad, ya no existe.

Ojo con los esquemas piramidales

La mayoría de personas a las que les ofrecen dinero fácil, rápido y sin mucho esfuerzo, suelen venir como atraídos por el canto de las sirenas y, muchas veces, se trata de una estafa.

Lo descrito en la flor de la abundancia es la forma típica de cualquier fraude piramidal, y por lo general le encuentran cada vez formas que resultan atractivas, divertidas o hasta espirituales, apelando a los incautos que no conocen el método, y que consideran que el dinero sí puede llegar fácil y sin mucho esfuerzo.