BRASIL

Dilma Rousseff: «El golpe tuvo como razón estratégica meter a Brasil económica, política y geopolíticamente en el neoliberalismo»

La mandataria constitucional de Brasil Dilma Rousseff calificó el golpe parlamentario que la alejó de la presidencia como "el acto más vergonzoso, perverso y absurdo golpe político, económico y social".

Dilma Rousseff: "El golpe tuvo como razón estratégica meter a Brasil económica, política y geopolíticamente en el neoliberalismo". Foto: PT
Dilma Rousseff: «El golpe tuvo como razón estratégica meter a Brasil económica, política y geopolíticamente en el neoliberalismo». Foto: PT

La presidenta constitucional de Brasil, Dilma Rousseff volvió a referirse a su destitución por parte del Senado como un golpe parlamentario y lo calificó como «el acto más vergonzoso, perverso y absurdo golpe político, económico y social».

«Es un golpe fraudulento y tuvo como razón estratégica meter a Brasil económica, política y geopolíticamente en el neoliberalismo», aseveró Rousseff durante una conferencia en la apertura del salón del Libro Político en la ciudad brasileña de Sao Paulo. “Es un proyecto neoliberal que está basado en dos cosas: quiten a los pobres del presupuesto y saquen a la población de cualquier punto que deba ser decisivo”, afirmó.

A su vez recordó que el golpe en su contra se trató de “un fraude basado en incorrecciones presupuestarias de mi Gobierno, pero fueron incorrecciones que hubo en otros gobiernos”.

La ahora ex mandataria explicó que para gestar el golpe fue necesario que más personas estuvieran involucradas, no solamente los partidos políticos de derecha. En ese sentido aseguró que «las cuatro o cinco familias que controlan los medios oligopólicos de Brasil asumieron un papel estratégico al momento de liderar y organizar la sociedad y de definir un pensamiento político».

Golpe planeado

Dilma dijo que después de haber perdido cuatro veces consecutivas en las urnas con el Partido de los Trabajadores (PT), primero con Luis Inácio Lula Da Silva, y luego por ella, los neoliberales llegaron a pensar que solo podrían alcanzar sus objetivos si se suspendiese el sistema democrático.

“Nosotros derrotamos cuatro veces ese proyecto (neoliberal)”, aseveró al señalar que Lula logró parar en 2003 el proyecto neoliberal en su país que comenzó con Fernando Color de Melho y se profundizó con Fernando Enrique Cardoso, y que luego continuaron derrotándolo en las elecciones siguientes.

En ese sentido señaló que era necesaria crear una crisis para que lo que era políticamente impensable se volviese inevitable, y pudieran imponer un programa de reformas como el que están implemeando que el pueblo nunca aprobaría en las urnas.

Para Rousseff los medios de comunicación tuvieron que vender el discurso de un país en quiebra, sin embargo, dijo, «ellos mismos el 26 de junio al salir el Reino Unido de la Unión Europea, los mercados se tornaron inestables y el Ministerio de Hacienda de Brasil emitió un comunicado donde afirmaba que el Estado tenía una gran fortaleza por contar con 380 billones de dólares porque Brasil era un acreedor. Ellos reconocieron que el país no estaba en quiebra».

Dilma también se refirió a la enmienda constitucional impulsada por el gobierno de Michel Temer poco después de su destitución que congela los gastos públicos por 20 años y manifestó: «Criminalizaron los gastos sociales, dijeron que gastamos muchísimo, sí gastamos en transferencias sociales para políticas en materia de educación y salud, pero el trasfondo de nuestro proyecto era la salvación de Brasil de las garras de la política neoliberal que excluye a la población de toda decisión del Estado».

Finalmente se hizo eco de la exigencia del pueblo y parte de la oposición en el Congreso, y resaltó la necesidad que existe en el gigante sudamericano de que se celebren «elecciones directas para restablecer las condiciones de estabilidad y legitimidad que puedan permitir que Brasil vuelva a crecer y andar por el camino que genera empleos y poder enfrentar la lógica del privilegio».

Campaña para derribarla

Por otro lado  Elsinho Mouco, uno de los asesores publicitarios del ahora presidente,  Michel Temer confesó que el grupo empresario JBS pagó una fuerte cantidad de dinero para financiar una campaña de desprestigio contra la entonces presidenta Dilma Rousseff.

Mouco reveló en diálogo con el diario O Estado de Sao Paulo que desde JBS recibieron 100 mil dólares, y contó que  Joesley Batista, director del grupo empresario y hoy colaborador de la Justicia tras haber sido imputado en casos de corrupción le dijo a él en 2016: “Vamos a derribar a esa mujer”.

“El me llamó y para mi sorpresa comenzó a llamar a Dilma ingrata, grosera e incompetente; tenemos que sacarla, me dijo”, sostuvo el publicitario brasileño.

Fue el propio Batista quien en su acuerdo de cooperación con la justicia presentó el audio de una conversación no oficial que mantuvo con Michel Temer en la residencia presidencial en la que el actual mandatario parece avalar un soborno a Eduardo Cunha, preso por corrupción, para que éste guarde silencio desde la cárcel.

Batista también confesó haber financiado a Temer de manera ilegal desde el año 2010.

 

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