Indígenas brasileños se plantan contra el Gobierno de Temer en defensa de sus tierras

Cerca de 3.000 indígenas protagonizaron una protesta este martes frente al Congreso Nacional de Brasil en defensa de sus tierras, y fueron dispersados por la Policía Militar (PM) cuando intentaron acceder a la Cámara y al Senado.

La PM utilizó gas lacrimógeno, balas de goma y gas pimienta para evitar que los manifestantes continuaran su marcha hacia el edificio. En respuesta, los indígenas dispararon flechas al Ejército.

De acuerdo con la policía, los manifestantes se acercaron demasiado a una gran fuente ubicada en la explanada frente al Congreso de la capital, Brasilia.
“Los indígenas no se apegaron al acuerdo que hicieron con la policía” sobre los límites de la protesta, se indica en un comunicado de la policía. “Amenazaban con invadir el Congreso”.

Los manifestantes rechazaron las acusaciones y dijeron que la policía solo buscaba una excusa para retirarlos del lugar, y afirman que según lo acordado podían acercarse a la fuente y que la marcha era pacífica. Muchos de ellos llevaban ataúdes, a través de los cuales protestan por el asesinato de decenas activistas por conflictos de tierra en el país.

“Desafortunadamente, la fuerza bruta de la policía provocó esto”, dijo Kleber Karipuna, uno de los manifestantes que llegó a Brasilia procedente del estado de Amapá, en el norte del país.

Los reclamos

La manifestación fue impulsada por la Asociación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) con el fin de reivindicar el derecho de las tribus indígenas sobre sus tierras.

Los grupos étnicos de Brasil celebran la 14° edición del Campamento Tierra Libre (ATL) con el objetivo de pedir respeto por la naturaleza y la demarcación de la tierra. Los indígenas denuncian que Temer busca reducir las protecciones en varias partes de la Amazonia para permitir que los rancheros y otros les roben sus tierras.

«Todos los días sufrimos, somos masacrados, y cuando venimos a dialogar con el Estado sucede eso», expresó la líder indígena Angela Katxuyana, del norteño estado de Pará, quien explicó que protestan para exigir las autoridades más derechos y la no invasión de sus tieras por parte de la industria maderera y el sector agrícola.

Por su parte el mandatario no electo, Michel Temer planea poner más tierras a disposición de la industria agricultura. Según publica la prensa local anunciará próximamente la destitución del presidente de la Fundación Nacional del Indio (Funai), Antonio Costa, que no siguió las recomendaciones de la bancada ruralista para designar una serie de cargos de rango medio.

«El actual Gobierno está decidido a destruir Funai por dentro y por fuera», señaló la semana pasada el viceprocurador general de Brasil, Luiciano Mariz Maia, quien tiene a su cargo el departamento del Ministerio Público dedicado a las cuestiones indígenas.

«Por dentro, está reduciendo sus recursos y el número de funcionarios de tal manera que inviabiliza el proceso de demarcación de tierras indígenas. Por fuera, está permitiendo que los ruralistas la ataquen directamente», denunció Maia.

El Frente Parlamentariode la Agropecuaria está integrado por diputados y senadores de todos los partidos, y según los denunciantes tiene intereses en el sector rural o sus campañas fueron financiadas por empresarios del agronegocio.

En ese sentido afirman que los ruralistas se dedican a promover el agronegocio, intentando reducir los esfuerzos por demarcar las tierras indígenas y reducir la agricultura familiar. Los analistas políticos de Brasil alertan que el gobierno de Temer busca apoyo en el frente ruralista, quien a su vez aprovecha el escenario político de Brasil para adueñarse de la política indígena y agrícola.

 

Artistas brasileños apoyan el reclamo de los indígenas por la demarcación de tierras