ACUSACIONES DE IDA Y VUELTA

Desde la cárcel, Cunha involucró a Temer en el inicio del impeachment contra Rousseff

Poco después de que el presidente no electo de Brasil confesara que el juicio político que terminó con la destitución de Dilma Rousseff fue una venganza de Eduardo Cunha por la falta de apoyo del PT en un comité de ética para investigarlo sobre casos de corrupción, el expresidente de la cámara de Diputados denunció a Temer desde la cárcel y afirmó que éste analizó y aprobó el pedido de impeachment contra Dilma antes de que fuera presentado.

Desde la cárcel, Cunha involucró a Temer en el inicio del impeachment contra Rousseff.
Desde la cárcel, Cunha involucró a Temer en el inicio del impeachment contra Rousseff.

Tras las declaraciones del presidente no electo de Brasil, Michel Temer sobre el inicio del juicio político contra Dilma Rousseff en las que reconoció que el mismo tuvo lugar por una «venganza» personal y política de el expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, éste replicó la acusación.

Desde la cárcel, donde se encuentra detenido por corrupción, Cunha desmintió a Temer y afirmó que él aprobó personalmente el texto del pedido de juicio político con el cual fue destituida Rousseff 48 horas antes de su presentación.

Cunha, dirigente del Partido del Movimiento de la Democracia del Brasil (PMDB) de Temer, envió un comunicado desde la cárcel en el que expresó: «Lamento que tenga que desmentir públicamente al presidente que asumió el cargo gracias a este proceso de impeachment».

Agregando que Temer, un reconocido constitucionalista, siendo vicepresidente de Rousseff, analizó el pedido de impeachment 48 horas de haber sido presentado.

«El texto preparado por abogados de confianza mutua fue debatido y considerado correcto por él desde el punto de vista jurídico», afirmó el expresidente de los Diputados al tiempo que consideró que Temer era quien más se beneficiaba con la salida de Dilma, ya que era el primero en la línea de sucesión.

Temer reconoce que el impeachment contra Dilma fue «una venganza» de Cunha

Michel Temer reconoció en una entrevista televisiva que el proceso de impeachment que destituyó a…

Este domingo Temer dijo a la TV Bandeirantes que Cunha autorizó el juicio político contra Rousseff por delitos fiscales en el presupuesto nacional de 2015 debido a que el Partido de los Trabajadores (PT) aceptó abrir una investigación sobre las cuentas suizas que el diputado había ocultado. Según el relato del mandatario no electo Cunha, quien creía haber hecho un acuerdo con el PT, había dicho que archivaría los documentos de pedido de juicio político contra Rousseff pero que una vez que el PT no lo apoyo cambió de opinión y dio inicio al proceso que terminó con la destitución de la presidenta consitucional en agosto de 2016.

«Si el PT hubiera votado con Cunha en aquella Comisión de Ética, es muy probable que la señora presidenta continuara» en el cargo, comentó Temer, en la entrevista.

Más acusaciones

Cunha también involucró a Temer al señalarlo como organizador de la reunión con un dirigente de la empresa constructora Odebrecht que hizo una delación premiada en la que afirmó que en ese encuentro, en 2010, Temer le pidió 40 millones de dólares para el PMDB.

Tanto Cunha como Temer dijeron que el delator mintió porque según ellos no se habló de dinero en la reunión con el enviado de la empresa Odebrecht, centro del escándalo por pagar unos 3.600 millones de dólares durante casi una década en sobornos y financiación ilegal de campañas en Brasil y otros 12 países.

Descargo de Dilma

Dilma Rousseff por su parte volvió a pedir a la Corte Suprema la anulación del juicio en su contra luego de las declaraciones de Temer en las que se reconoce que el inicio se debió a una venganza de Cunha y no a un crimen de responsabilidad de la mandataria.

Desde la Howard University, en Washington donde se encuentra brindando una serie de conferencias, denunció que Temer le propuso aceptar la propuesta de Cunha (el intercambio de votos en las respectivas comisiones de investigación) porque “ya estaba en curso el golpe” y él sabía que ella declinaría la oferta.

A su vez enumeró los tres puntos centrales que motivaron el golpe: la necesidad de “encuadrar a Brasil dentro del neoliberalismo”, el “acuerdo general para frenar la hemorragia de investigaciones contra ellos”- en referencias a las denuncias que involucraban a políticos del PMDB y el PSDB- y, por último, la misoginia que “abarcó todas las esferas del golpe y fue utilizado como base del discurso” para construir una imagen negativa acerca de ella en la opinión pública, consideró.

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