Primer acercamiento: los cancilleres de Rusia y EE.UU se reunieron en Alemania

Estados Unidos y Rusia tuvieron su primer encuentro cara a cara desde la asunción de Donald Trump como presidente a través del secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, y el titular de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov. Los cancilleres se reunieron en el marco de la cumbre ministros de Exteriores del G20 que celebró en Alemania.

Tras su primer encuentro diero una conferencia de prensa conjunta donde hablaron de sus esfuerzos por encontrar un terreno común para la cooperación en los ámbitos bilateral e internacional.

Para el funcionario norteamericano el encuentro fue productivo, mientras que Lavror aseguró que fue muy pragmático, fructífero y útil.

Tillerson explicó que “la nueva administración en Estados Unidos desea trabajar con Rusia cuando puedan encontrarse áreas de cooperación práctica que beneficien al pueblo americano”, uno de los lemas de la campaña y política de Trump: “América primero”, en ese sentido resaltó que donde no sea posible llegar a un entendimiento, Washington optará por mantenerse aferrado a la defensa de los intereses y valores de Estados Unidos y sus aliados.

Lavrov, por su parte, también hizo mención a la necesidad de superar el distanciamiento que se generó en el último período de la administración de Barack Obama y abogó por eliminar todas las que consideró “barreras artificiales” que dificultan las relaciones bilaterales.

El funcionario ruso repasó los asuntos comunes de ambas naciones, entre los que se encuentran la lucha contra el terrorismo islamista en Siria e Irak, y la situación en Afganistán, por ejemplo.

Ucrania

El conflicto en el este de Ucrania también fue un tema de conversación en el primer encuentro. Tillerson afirmó que le exigió a su homólogo que Moscú debe atenerse a lo pactado en Minsk y, en ese sentido, debe hacer esfuerzos por rebajar la violencia en Ucrania, mientras que Lavrov se limitó a señalar que en absoluto hubo menciones o referencias a la posibilidad de aplicar sanciones.

El acuerdo de Minsk, que fue firmado por Rusia y Ucrania a principios de 2015 tiene por objeto poner fin a las hostilidades que mantienen los rebeldes prorrusos y el Ejército ucraniano y la estabilización del este del país a cambio de reformas políticas implementadas por parte de Kiev, sin embargo la puesta en práctica de ese pacto lleva un año y medio bloqueada debido de la pobre disposición de ambas partes a contribuir en la reducción de la violencia.