Temer promete que Brasil volverá a crecer gracias a un «plan de privatizaciones» y «el ajuste estructural del gasto público»

El pasado miércoles Michel Temer asumió como presidente de Brasil tras la destitución de Dilma Rousseff por parte del Senado. Temer, que hasta mayo era vicepresidente de Dilma fue presidente interino mientras se desarrolló el proceso del juicio político contra la presidenta constitucional, elegida por 54 millones de brasileños, pero esta semana hizo su debut como presidente ya sin título de interino.

El nuevo mandatario de Brasil participa en Hangzhou, China de la cumbre del G20 y desde allí prometió que su país volverá a crecer gracias a las reformas que implementará su gobierno, y anuncio la puesta en marcha de un plan de privatizaciones y concesiones para lograrlo.

Temer habló en el foro que reúne al mayor país de América Latina con Rusia, India, China y Sudáfrica (Brics) que se desarrolla en el marco del G20 y expresó: «En Brasil el desafío económico más urgente es el orden fiscal. Nuestro objetivo principal es promover el ajuste estructural del gasto público en un horizonte a 20 años».

Luego en conferencia de prensa adelantó que anunciará en breve su plan que implementará para intentar ajustar el presupuesto y sacar a Brasil de su peor recesión en décadas y detalló: «El plan tiene dos vertientes. La primera es la privatización y la otra son las concesiones. Creamos un órgano especial para llevar a cabo las concesiones y las anunciaremos el día 13″ de este mismo mes.

Manifestaciones

En la previa al comienzo del G20 Temer se refirió también a las manifestaciones que han tenido lugar en los últimos días en varias ciudades de su país para protestar contra su llegada a la presidencia y la salida de Dilma a la que califican de golpe de Estado.

Sobre eso Temer aseguró que «son más que naturales ante el instante políticamente más complicado que fue la decretación del ‘impeachment’. Es natural que algunos grupos se reúnan para protestar» pero minimizó la cuestión y dijo: «Ahora bien, fueron grupos pequeños y depredadores. Parece que son grupos mínimos, ¿no? No tengo datos numéricos, pero son 40, 50, 100 personas. Nada más. Ahora, en el conjunto de los 204 millones de brasileños es una cantidad insignificante».