Tradicional pueblo taurino español celebra sus primeras fiestas sin muerte de toros
Los residentes de Tordesillas, ubicado a 180 kilómetros al noroeste de Madrid, afrontan con indignación las primeras fiestas taurinas sin el "Toro de la Vega" tras el decreto de la Junta de Castilla y León que prohibió la muerte de reses en espectáculos públicos o privados.
En los días más taurinos del año, apoyo al torneo y Tordesillas n multitud d lugares como Rueda, Peñafiel, Tudela,.. pic.twitter.com/OivpUkuk92
— Toro de la Vega (@vivatorodevega) 16 de agosto de 2016
Las actividades taurinas y patronales, que comenzarán el 18 de setiembre, no tendrán el «Toro de la Vega», una tradición de origen medieval que se realizaban -hasta el año pasado- únicamente en esta ciudad española. La sanguinaria práctica se sustituirá por algo que el Gobierno de la ciudad llamó «Toro de la Peña», y muchos lugareños tradicionalistas protestaron al respecto. El tradiciónal «Toro de la Vega» consiste en soltar una res a correr por las estrechas calles de la ciudad, y detrás, cientos de personas (o «picadores») los persiguen con picos y lanzas; al alcanzarlos, los toros son atacados a estocadas hasta causarle la muerte. Este y lo demás festejos se enmarcan en la celebración de Nuestra Señora la Virgen de la Peña, patrona de Tordesillas. Grups ecologistas han criticado por muchos años la celebración, pues consideran contradictoria la muerte de un animal por diversión en medio de una celebración religiosa católica.
Prohíben matar al Toro de la Vega. Ahora sólo se le va a poder perseguir, golpear, acosar, maltratar, lancear y esperar a ver qué pasa.
— Gabriel Rufián (@gabrielrufian) 19 de mayo de 2016
Protestas a favor de la muerte de toro
Durante el anuncio de las fiestas y la prohibición de la muerte del toro por parte de la Junta de Castilla y León, algunos asistentes abuchearon y silvaron a las autoridades de la ciudad, pues las fiestas atraen a miles de visitantes cada año en estas fechas, siendo y atractivo turístico y un empuje económico para la ciudad.
El Alcalde de Tordesillas, José Antonio Poncela, aseguró que el Ayuntamiento va a interponer un recurso de inconstitucionalidad y confía en que tendrá curso, asegurando que «este será el único año» sin la muerte de los toros.
Los vecinos de la ciudad han manifestado indignación y repudio a la prohibición de matar al toro, a pesar de que la organización ha agregado varios eventos a las actividades. Habrá un «encuentro de tauromaquias populares» y un «toro de cajón», una especialidad en la que se coloca un toro dentro de un cajón hasta que esté completamente enfurecido y luego se le libera; el animal porta un listón en alguna parte de su cuerpo, el cual deberá tomarlo aquel que quiera ser el ganador de la corrida.
A pesar de que el toro no morirá este año, «Pelado«, el animal que gozará del infame honor de esta edición, será perseguido, golpeado, lazado y probablemente termine con alguna lesión en una de sus patas, pues es usual que se lastimen en las calles de adoquines que datan de cientos de años atrás en una ciudad fundada en le época medieval.
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