Rey de España convoca a nuevas elecciones legislativas para el 26 de junio
Solo seis meses después de las legislativas de diciembre, el rey Felipe VI firmó un decreto que ordena la disolución de las cortes y la convocatoria de nuevas elecciones, que se celebrarán el 26 de junio.
Terminando con lo que fue el período legislativo más corto de la democracia española, el rey Felipe VI decretó la disolución de las cortes.
Es la primera vez que un rey toma esta decisión en democracia, pues esa función es generalmente ejercida por el presidente de gobierno. Sin embargo, Mariano Rajoy no pudo hacerlo porque está en calidad de encargado.
Con este decreto, los senadores y diputados pierden su puesto, excepto aquellos que son miembros de la Diputación Permanente de cada cámara. La reformulación de las cortes (Congreso de los Diputados y Senado) está prevista para el 19 de julio.
Frustración ciudadana
“Me gustaría pedirles que no se resignen a la frustración, que no renuncien a su poder político, que no renuncien a expresar con su voto las ideas políticas que tengan cada uno y cada una”, expresó Patxi López, presidente del Congreso, en rueda de prensa.
López, que refrendó la firma y remitió el texto del decreto al Boletín Oficial del Estado (BOE), dijo que entiende que los ciudadanos estén frustrados por el fracaso en la formación del gobierno, que se produjo a causa de que ningún candidato obtuvo la mayoría absoluta.
También transmitió la solicitud del rey de “mantener austeridad” en la campaña electoral, que comenzará el 10 de junio.
Formación complicada
Aunque Rajoy, líder del Partido Popular (PP), logró el mayor número de votos, declinó la propuesta del rey de formar un gobierno mediante acuerdos con otros partidos.
Pedro Sánchez, del Partido Socialista (PSOE), por su parte la aceptó y firmó un acuerdo con Ciudadanos. Sin embargo, estos dos partidos no sumaron el número necesario de votos para la mayoría absoluta, por lo que tampoco pudieron gobernar.
El 27 de abril se realizó la tercera ronda de contactos, organizada por el rey Felipe VI, pero se volvió a confirmar que ninguno contaba con los apoyos suficientes.
Ahora, el temor de la ciudadanía es que se vuelva a repetir el escenario de diciembre y se siga con un parlamento tan fragmentado que no se pueda formar un nuevo gobierno.
Te recomendamos
La cadena nacional de Javier Milei: entre el tono mesiánico y la autoalabanza
El mandatario ultraderechista habla en tono triunfal, mesiánico y, casi siempre, autocomplaciente: asegura que sus cambios son “históricos” y cuela en el discurso pasajes místicos y diatribas contra sus detractores.
Compartí tu opinión con toda la comunidad