Misa de Gallo: Francisco pide huir “de los lujos, el exibicionismo, la mundanidad y la vanagloria” y buscar “la sobriedad”

“La sociedad está ebria de consumo y de placeres, de abundancia y de lujo, de apariencia y de narcisismo”, sentenció el pontífice que recibió a los fieles presentes en la Plaza de San Pedro, adornada con un árbol navideño de 25 metros de alto y un pesebre.

El Santo Padre recordó la importancia de renunciar a los bienes mundanos, y apuntó al nacimiento en Belén, donde el recién nacido, “este Niño nos enseña lo que es verdaderamente importante en nuestra vida. Nace en la pobreza del mundo, porque no hay un puesto en la posada para Él y su familia. Encuentra cobijo y amparo en un establo y viene recostado en un pesebre de animales. Y, sin embargo, de esta nada brota la luz de la gloria de Dios”, señaló.

Dejar atrás el miedo y los temores

El Papa convocó a llevar una vida “sobria, justa y piadosa” y apuntó a dejar atrás “el miedo y el temor, porque la luz nos señala el camino hacia Belén. No podemos quedarnos inermes. No es justo que estemos parados. Hay que ir y ver a nuestro Salvador en el pesebre”, agregó.

Remarcando la necesidad de “compartir para lograr una sociedad con paz”, Francisco remarcó que “esta noche brilla una luz grande. Sobre nosotros resplandece la luz del nacimiento de Jesús. Una luz que viene a iluminar nuestra existencia, recluida con frecuencia bajo la sombra del pecado”, recordó.

El papa celebró así su tercera Misa de Gallo como pontífice, apenas días después de ratificar que continuará adelante con la batería de reformas más grande que se recuerda en décadas en la Iglesia de Roma. “Las reformas de la Iglesia irán adelante con determinación”, dijo Francisco en su última alusión al tema frente a la curia.