Trabajadores, estudiantes e Iglesia anuncian masiva movilización la semana entrante a favor de la presidenta Dilma Rousseff
Las mayores centrales sindicales y las uniones estudiantiles anunciaron para la semana próxima manifestaciones masivas en respaldo a la democracia brasileña y a la presidenta Dilma Rousseff, considerando que su proceso de destitución ha sido iniciado por corruptos y oportunistas que intentan perpetrarse en el poder.
La Unión Nacional de Estudiantes (UNE) ya emitió una declaración de repudio contra los que dejaron abierta la posibilidad del proceso a Dilma y anuncian un estado de movilización general en todos los órdenes.
Por su parte la Central Única de los Trabajadores, el mayor conglomerado de sindicatos del país, anunció que el martes reunirá a su cúpula directriz en Rio de Janeiro, para decidir las pautas a seguir “en defensa de la democracia” y en apoyo a la presidenta.
Desde el Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierras (MST), su máximo dirigente Joao Pedro Stédile, afirmó que esta semana próxima decidirán la movilización en las calles para “frenar los intentos para desestabilizar la democracia”.
La Conferencia Nacional de Obispos do Brasil, criticó duramente la postura del presidente de la Cámara Baja, Eduardo Cunha, a quien acusan de actuar por “motivos personales para mantenerse en el cargo”.
Las primeras movilizaciones de trabajadores están previstas para el martes en Bahía y Minas Gerais, para luego continuar a lo largo de la semana.
Se instala la Comisión Especial que estudiará evidencias
Este lunes próximo está prevista la instalación de la Comisión Especial, integrada por 65 diputados, los que evaluarán sin existen evidencias suficientes como para imputar por responsabilidad fiscal a la presidenta Dilma.
La comisión está integrada por todos los partidos con representación parlamentaria y su dictamen debe ser aprobado por dos tercios del pleno de la Cámara de Diputados, para luego si alcanza el visto bueno, pasar a la Cámara de Senadores que decidirá en forma definitiva si hay lugar a juicio o no.
De momento las críticas aparecen priorizando a quien habilitó investigar a Dilma: Eduardo Cunha, del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), que a poco que el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) acordara votar a favor de que el Consejo de Ética le siga investigando por sus cuentas secretas en Suiza, pasó factura en la presidenta del país. Cunha negó a O Globo, dicha visión: “No hay ninguna motivación política. Lo habría rechazado si no fuera conforme a la Ley”, alegó.
Dilma en tanto refuta los cargos y asegura que la denuncia “carece de sustancialidad”.
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