DESMONETIZADO

Dinamarca suprimirá billetes y monedas a partir de 2016 y quiere ser el primero del mundo “sin efectivo”

El Gobierno de Dinamarca confirmó su intención de iniciar el año próximo el programa para desmonetarizar a los ciudadanos, para lo cual comenzará a no permitir más el uso de billetes ni monedas en restoranes, tiendas de ropa y estaciones de servicio a partir de 2016. Como horizonte el Gobierno anuncia el deseo de convertir la nación en la primera del mundo que deje atrás la moneda tal cual la conocemos en el planeta desde hace más de 2.500 años.

Lo que puede parecer asombroso, no lo es tanto para los daneses, que en la realidad ya está apostando a esa iniciativa de manera contundente: la Comisión de Pagos de Dinamarca, reconoce que todos los mayores de 18 años del país tienen al menos una tarjeta de crédito. A raíz de la confianza y preferencia, los pagos en efectivo en Dinamarca se redujeron hasta un 90% en los últimos 15 años y solamente un cuarto del volumen de intercambio de esa época se verifica ahora en billetes de papel. Los comercios daneses aceptan pago con tarjeta a todos los niveles por muy al menudeo que sean, y más del 65% acepta además tarjetas internacionales.

Algunas razones que estimulan al dinero de plástico

El dinero electrónico es harto conocido pero no masivamente utilizado todavía. Sin embargo cada vez más recomendaciones apuntan a dejar de lado el efectivo como lo conocemos, incluso más allá del tema de la seguridad por “llevar dinero encima”.

Los profesores Bhaskkar Chakravorti y Benjamín Mazzota, de la Universidad de Tuffts (EE.UU.) han calculado que cada estadounidense pasa casi media hora por mes en el cajero automático. Seis horas al año para buscar dinero no para generarlo.

Otro tema mucho más vital para el sistema en general, es la evasión fiscal es una constante, que todos los gobiernos intentan enfrentar: solo en Estados Unidos, por pagar en efectivo “sin boletas ni recibos” se evaden alrededor de 100.000 millones de dólares cada año.

Los ecologistas recuerdan que además de ser “históricamente” poco higiénico, los billetes y las monedas tienen costos ambientales de altísimo índice que van desde la tala de árboles para fabricar papel moneda, la explotación de minerales ferrosos en el mismo orden, la contaminación por el transporte de masas cada vez mayores de dinero, y otra serie de perjuicios que intentan ahora los dinamarqueses, evitar en su futuro inmediato.

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