Australia retiene a los inmigrantes ilegales semanas en alta mar a bordo de las barcazas en que intentan llegar

El jefe de la Operación Fronteras Soberanas, Andrew Bottrell, reconoció al Senado australiano que  hasta donde él sabe, hubo 46 personas de origen vietnamita, entre ellos numerosos niños, que fueron interceptados mientras navegaban con proa a la costa del país. Por “orden superior” los vietnamitas, que solicitaban ser objeto de asilo, estuvieron detenidos en alta mar durante un mes aproximadamente, y luego fueron devueltos sin más trámite al país de origen.

El Ministro de Inmigración y Protección de Fronteras, Michael Pezzullo, ha sido también convocado al Parlamento y reconoció que los potenciales inmigrantes fueron detenidos en un «barco-prisión», y no como la prensa difundió a bordo de las barcazas en que intentaban llegar a Australia. El Secretario de Estado recordó que la política del país en relación a los inmigrantes ilegales “se mantiene en toda la línea” y que ello incluye obligar a los barcos que tengan irregulares a bordo, a dar vuelta y poner proa al puerto de embarque. Las solicitudes de asilo, deben ser tramitadas, incluso para esos casos, fuera de fronteras, puntualizó.

Desde la jefatura de la Operación Fronteras Soberanas, se enfatizó que los solicitantes de asilo “recibieron los más altos estándares de atención médica, alimentos, alojamiento y ablución”, según publica la cadena ABC.

Lucha frontal contra el tráfico de personas

Desde el año pasado Australia desarrolla una de las políticas más agresivas en materia de tráfico de personas, pese a haber recibido duras críticas y condenas de las organizaciones que defienden los Derechos Humanos.

Una campaña elaborado en 17 idiomas y que es persistentemente referido en los medios afirma: “De ningún modo. No conseguirán que Australia sea vuestro hogar» (No way. You will not make Australia home), apuntando que harán lo imposible para que familiares y amigos no puedan reunirse con inmigrantes residentes en territorio australiano.

El mensaje está incluido en un tenebroso poster donde un mar bravío amenaza una pequeña barca, similar a lo que ocurre frecuentemente cuando los irregulares se lanzan a cruzar el largo trayecto entre las costas de Asia y las de Australia.

“Y las normas se aplican a todo el mundo: familias, niños, menores no acompañados, personas educadas y capacitadas. No hay excepciones”, sentencia el poster recordando que los traficantes de personas solo son estafadores. “Estos criminales robarán vuestro dinero y pondrán vuestra vida y las vidas de vuestra familia en peligro para nada. Corres el riesgo de perderlo todo, incluida tu vida y las vidas de tus familiares, si venís a Australia en barco y sin visa”, concluye.